jueves, 10 de diciembre de 2009

http://iberiamagica.blogspot.com/LUGAR MÁGICO ES AQUEL EN EL QUE PUEDES EXPERIMENTAR TU PROPIA TRASCENDENCIA (JUAN G. ATIENZA)

LUNES 5 DE OCTUBRE DE 2009

Cueva de los Murciélagos, Albuñol.

En esta cueva andaluza, lugar de reposo -como otras tantas- de los únicos mamíferos voladores, se halló un enterramiento muy peculiar de época neolítica. Distintos esqueletos fueron encontrados entre semillas de adormidera, lo que plantea, como en otros enterramientos de este tipo, la hipótesis del uso de drogas en ciertos rituales del hombre prehistórico.











Sierras en los alrededores de Albuñol,
Granada, donde se encuentra la Cueva de los Murciélagos.

El consumo de drogas en Europa es una práctica muy antigua que a la vista de ciertas evidencias habría que remontar a la Prehistoria. Se han recuperado restos arqueobotánicos de vegetales psicoactivos en varios yacimientos arqueológicos, se ha podido detectar la presencia de alcaloides de drogas en artefactos prehistóricos y sus metabolitos en huesos humanos, y varias representaciones artísticas de carácter ritual incluyen imágenes de drogas vegetales entre sus diseños. Todo ello nos lleva a pensar que las comunidades prehistóricas de Europa hicieron uso de drogas y a situar su consumo en un contexto ritual a la vista de la recurrente presencia de estas sustancias en tumbas y lugares ceremoniales.

A mediados del siglo XIX un grupo de mineros descubrieron la entrada a una gruta en la localidad granadina de Albuñol y decidieron explorar su interior. Cual no sería su sorpresa cuando se toparon con varias decenas de cadáveres cuidadosamente dispuestos que habían sido depositados allí mucho tiempo atrás, como permitía sospechar la apariencia antigua de las ofrendas funerarias colocadas junto a los cuerpos.












Enterramiento neolítico en la Cueva de los Murciélagos

Los pormenores del descubrimiento de esta cavidad, conocida como Cueva de los Murciélagos, aparecen recogidos en la obra Antigüedades Prehistóricas de Andalucía (Góngora 1868) donde se nos informa que entre las piezas de ajuar fúnebre se recuperaron, a modo de símbolo del sueño o de la muerte, un gran número de cápsulas y semillas de adormidera (Papaver somniferum), planta de la que se extrae el opio, aunque no es posible precisar si aquellas gentes hicieron uso de sus propiedades narcóticas. Gracias al estudio tipológico de los materiales y del análisis de ciertas muestras con la técnica del Carbono 14 puede atribuirse ese hallazgo al Neolítico y fecharse entre mediados del VI y finales del IV milenio AC.
(Elisa Guerra Doce, Doctora en Prehistoria de la Universidad de Reading)

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