miércoles, 12 de mayo de 2010

Los agricultores gastan 2 millones en luz porque Rules no funciona granadahoy.com

El perjuicio económico para la zona es crucial · Los regantes anuncian que numerosas hectáreas de terreno pueden desaparecer · El sector no puede más con los costes

ROSA FERNÁNDEZ / MOTRIL | ACTUALIZADO 12.05.2010 - 01:00
Los regantes no pueden hacer frente a los múltiples gastos energéticos para subir el agua hasta sus terrenos por el actual sistema de bombeo. El problema podría solucionarlo la Presa de Rules, si entra alguna vez está operativa, algo que no está nada claro. Ni mucho menos cuándo.

"Los más interesados en que la presa de Rules entre en funcionamiento somos los agricultores", explica José Rodríguez, presidente de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo, que aglutina a 45 comunidades desde La Herradura a Albuñol, 40 de las cuales elevan el agua por bombeo, lo que les supuso el año pasado un coste de electricidad de 2 millones de euros. En concreto, los 10.000 agricultores de esta zona están haciendo este importante desembolso al tener que subirla a cota 300 y 400 por elevación. "Algunos agricultores no pueden pagar la electricidad que consumen", lamenta el presidente de los regantes.

Rodríguez explica que "pese a que todo está parado", no han cejado en su empeño de que Rules sirva para el fin que le corresponde, abastecer agua, para lo cual han acudido a varias reuniones. Así, el 20 de octubre de 2009 mantuvieron una con el director de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Paniagua, el cual les aseguró que había una partida de 80 millones de euros para el primer tramo (que llega hasta Molvízar con una longitud de 17 kilómetros), de los cuales 56 serían financiados por la Junta y 30 por la Mancomunidad de Municipios de la Costa, ya que se aprovecharían las tuberías. "De esa partida no se sabe nada. Se ha perdido el dinero".

La reunión que mantuvieron con el delegado de Medio Ambiente no fue precisamente "satisfactoria" y Rodríguez prefiere no revelar el contenido por esta razón. Posteriormente, han asistido a tres encuentros con la subdirectora General de Infraestructuras y Tecnología, Rosa Xucla Lerma, el último en marzo de este año. Aunque ésta manifiesta su voluntad por que los proyectos que han elaborado los regantes para las canalizaciones junto con Acuamed salgan adelante, la respuesta es clara: "No hay dinero". Rodríguez se pregunta qué pasó cuando sí lo había, ya que se lleva hablando 60 años de Rules y se han empleado casi 20 en su construcción.

Xucla Lerma, que pertenece a Medio Ambiente, le indicó a los regantes que en vez de presentar un proyecto de 300 millones de euros, el cual -según les dijo- ahora es "imposible", era conveniente que propusieran partidas y tramos más pequeños. "Así que en la última reunión en marzo lo hicimos así y presentamos, en concreto, el tramo de la margen derecha correspondiente a la conexión Béznar-La Herradura, valorado en 35 millones de euros, el cual lo vio bien y nos prometió que buscaría la forma de abordar el asunto. En junio volveremos a reunirnos a ver qué pasa", relata José Rodríguez.

A pesar de todo, los regantes siguen trabajando porque esta obra "que costó 33 millones de las antiguas pesetas, inútil" hasta ahora, cuando entre en funcionamiento les saque de sus múltiples problemas. "Los agricultores estamos pasando por una situación muy grave, muchos no pueden subsistir".

"¿Qué está pasando realmente con la Costa de Granada'", se pregunta José Rodríguez. "Aquí no hay políticos que muevan un dedo. Los agricultores no entendemos por qué en una zona tan rica como ésta no invierte nadie, no hay subvenciones". Encima, una de las propuestas de la Administración fue la de que las canalizaciones fueran costeadas en su mayor parte por los regantes de la zona, en concreto, se les pidió que aportaran el 80% del montante de las obras. Así pues, aquel convenio que se propuso firmar entre Acuamed y la Comunidad General de Regantes nunca vio la luz porque "habría provocado en la agricultura la ruina total".

Mientras, "siguen regando las mismas comunidades de toda la vida". Una realidad que podría cambiar, según Rodríguez, si entrase en funcionamiento las ansiadas canalizaciones, creando 15.000 puestos de trabajo (cifra que resulta de calcular 3 empleos por hectárea) en las 5.000 nuevas hectáreas cultivables. Estos se sumarían a los aproximadamente 20.000 puestos de trabajo directos actuales. No sólo se crearía empleo si sale adelante, sino que podría desaparecer en caso contrario "para muchos padres de familia que actualmente viven de la agricultura", se queja el presidente de los regantes. En caso de que la situación persista, es decir, que las conducciones sigan sin hacerse, "muchas hectáreas de terreno van a desaparecer, y no hay otro sitio al que poder acudir. No hay que olvidar que la agricultura está acogiendo a muchas personas del desempleo, ya que en esta zona el sector más importante es el agrícola".

El presidente de Hortyfruta (Interprofesional de Frutas y Hortalizas), Fulgencio Torres, también incide en el daño económico que está provocando el retraso de Rules para los agricultores. El también presidente de la cooperativa El Grupo, de Castell de Ferro, le da especial importancia al precio del agua en cualquier cosecha, ya que "su coste es un elemento más a la hora de calcular el coste de producción, ahora mismo se está pagando a 50 o 60 céntimos el centilitro del agua, los agricultores están cultivando sus cosechas a la cota 100 y 200, que podrían ampliarse hasta los 400 con las canalizaciones. Y explica que "esta infraestructura permitiría un ahorro energético y económico importante, ya que no sería necesario, como hasta ahora, el bombeo del agua lo que redundaría en hacer el producto más competitivo y en mayores beneficios para el agricultor, que ahora mismo no gana ni para pagar el agua".

Para Torres, las canalizaciones de la presa de Rules son "una obra necesaria, la presa es un proyecto no finalizado, ya que requieren de una estructura de tuberías, con lo que se aprovecharía mejor el agua". Y reconoce que no entiende cómo se pudo hacer la obra y luego darse cuenta de que no valía para nada, ya que el agua no podía conducirse a ningún sitio, "esta red de tuberías se debía haber contemplado desde el primer momento".

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