lunes, 30 de abril de 2012

Más abono para la Unesco abc.es

CÓRDOBA
VALERIO MERINO
 Dos personas disfrutan de la primera visita al Palacio de Viana tras su transformación en el Museo de los Patios de Córdoba

El futuro de Córdoba está en Granada. A finales de año se celebrará en la isla caribeña con ese nombre la reunión de la Unesco en la que se decidirá si los Patios son declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Será la segunda vez en poco más de un año que el festival, que data de 1921, aspira a la distinción internacional.

 El alcalde, José Antonio Nieto, ya ha anunciado que el próximo 31 de mayo mantendrá un encuentro en París con el citado organismo dependiente de Naciones Unidas para acercar posturas y tratar de que no se repitan los errores que dejaron fuera a la candidatura hace sólo unos meses. «No nos debe pasar lo que ocurrió el año anterior, que probablemente por un problema de comunicación sufrimos un nuevo retraso en el reconocimiento de la fiesta de los Patios», ha reconocido el regidor en fechas recientes.

 Pero, ¿cuáles fueron esas lagunas del expediente cordobés que apearon a la fiesta de la distinción de la Unesco? Los fallos los desmenuzaba un informe técnico de la Unesco previo y preparatorio de la sesión que su Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial celebró el 22 de noviembre en Bali, y del que el Ayuntamiento descabalgó los Patios sólo unos días antes de su celebración porque, a raíz del citado documento previo, ya tenía constancia de que no iban a ser admitidos. El informe fue rotundo y emitió un dictamen desfavorable a que el festival cordobés por antonomasia fuera inscrito en el listado mundial de Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Las razones esgrimidas por este órgano en su informe son cuatro. Una vez analizada la candidatura —que aprobó impulsar un Pleno municipal allá por marzo de 2007—, «el Estado de España no demuestra claramente la implicación o participación de la comunidad en el proceso de nominación», en alusión al Ministerio de Cultura, quien eleva a la Unesco la candidatura tras pasar una preselección a petición, a su vez, de la Junta de Andalucía y en primera instancia del Ayuntamiento.

 El comité consideró así insuficiente la demostración hecha del respaldo que Los Patios arrastra. De igual forma, enumeró tres motivos más por los que la candidatura «no satisface los criterios para la inscripción». El informe contraponía la multitud de actividades a celebrar con el Festival de los Patios para así «mantener la herencia intangible» de los mismos, a que «la nominación —proseguía el documento— no explicaba cómo le proporciona a la comunidad un sentido de identidad y de continuidad».

 También echaba en falta la Unesco una explicación sobre «cómo la inscripción en la lista de elementos Patrimonio Inmaterial de la Humanidad contribuiría a asegurar la visibilidad y la conciencia del significado de la herencia cultural intangible» de esta fiesta y tradición. Finalmente, este órgano previo al Comité de Bali cuestionó que los Patios no tengan ninguna protección autonómica o nacional referida a la cultura intangible; esto es, «no parece estar incluido en ningún inventario», como se exige en los artículos 11 y 12 de la propia Convención de la Unesco. De este modo, en el apartado dedicado a Córdoba, el Comité decidió no inscribir a esta celebración «en ese momento».

 Nuevo expediente


 Tras el revés, el Ayuntamiento se puso manos a la obra para redactar otro dossier y que los Patios aspirasen de nuevo a la distinción, de modo que la documentación fue entregada a la Unesco el pasado 10 de febrero, junto con diez fotos y un vídeo para su evaluación por el órgano subsidiario. El nuevo expediente se centró en la idea de enfocar la fiesta de los Patios como «un ritual, una función social con los valores intangibles de convivencia, destacando también el arraigo popular, la solidaridad, el diálogo intercultural, la creatividad y el intercambio de saberes», según precisó el Ayuntamiento en su día.

 Los cuatro puntos que en principio estaban débiles y para los que la Unesco pidió su refuerzo (participación de la comunidad en la elaboración de la candidatura, arraigo popular de la Fiesta, próxima inclusión en un inventario y ventajas de su declaración como Patrimonio) están cumplimentados con el expediente. Pero la decisión vuelve a ser de la Unesco. La palabra mágica es Granada.


El Atlas Inmaterial aún pendiente



 Uno de los trámites que le queda pendiente al Ayuntamiento para completar la aspiración de los Patios a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es conseguir que la Junta de Andalucía incluya a estos recintos tradicionales en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía. La importancia de la inclusión de los Patios en este registro reside en que una de las pegas que puso la Unesco cuando rechazó la candidatura en 2011 fue que esta fiesta no formaba parte de registros de ámbito nacional que dieran muestras de que en su ámbito más cercano era apreciada. El Atlas del Patrimonio Inmaterial tiene por finalidad el registro, documentación, difusión y salvaguarda de manifestaciones intangibles de la comunidad autónoma. Así, según la Junta, «se persigue poner en valor y difundir una imagen de Andalucía desconocida y poco valorada que permita a sus protagonistas reconocerse en las expresiones más vivas de nuestro patrimonio cultural».

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