lunes, 4 de febrero de 2013

Una realidad condicionada en gris granadahoy.com


La galería Arrabal & Cía. continúa como uno de los pocos oasis de creación contemporánea en la ciudad La exposición de Luis Casablanca recalca esta línea
BERNARDO PALOMO 
1. Los objetos cotidianos vestidos de gris en una reflexión sobre el arte y la vida. 2. Luis Casablanca en la galería del Realejo. 3. Un Cristo crucificado a través de la mirada creativa del artista argentino. 4. Los objetos adoptan una pátina que los enmascara pero sin ocultar su identidad.

Debo confesar que es para mí un auténtico placer el ir a la galería de Pepe Arrabal y Alejandro Gorafe. Callejear por el dédalo del Realejo para encontrar el Callejón del Señor es una muy atractiva aventura que te aleja de la prosaica realidad circundante. Además, siempre, la sala granadina te depara cosas agradables y encuentros satisfactorios con un Arte implicado con los tiempos. Granada se ha parado en el ofrecimiento expositivo y no existe mucho a donde acudir. Desde lo que llevamos de año, el Damián Bayón de Santa Fe y Arrabal & Cía -podemos conceder el beneplácito a las exposiciones de Arancha Ruiz Nuño y Larry Fink- son los únicos puntos atractivos para encontrarnos con un Arte de verdadero compromiso. 

Hablar con Pepe Arrabal es adentrarse por la esencia de Granada, saber lo inmediato y lo mediato de la existencia, de la ciudad, de lo real y de una creación artística que él mira con los ojos sabios del que está al margen de modos y modas. 

La exposición de Luis Casablanca es una feliz realidad -utilizo el sustantivo con toda la contundencia que conlleva el término- que ha sutilmente enmascarada en fieltro gris. Los espacios de la bella galería se han convertido en un contenedor de objetos cotidianos, -maletas, cuadros, lámparas, cafeteras, un crucifijo, espejos, platos… hasta el extintor de la galería ha sometido su aplastante realidad a la máscara metafórica del paño gris- todo ello, desordenadamente ordenado, manifiesta una nueva dimensión donde lo mediato invade el círculo representativo de lo más inmediato. 

Luis Casablanca es artista, profesor e investigador de asuntos artísticos. Su trabajo expuesto en la galería alude al proceso identificativo de la realidad, los objetos domésticos, su cotidianidad, su implicación en la propia existencia, a fuerza de estar presentes pierden su habitual connotación física y se implican absolutamente en el estamento personal y vital del que los posee, adoptando una patina que enmascara su situación sin diluir sus propias connotaciones. 

La presencia y su ausencia, lo más inmediato con su desarrollo y desenlace menos cercanos, la visión enmascarada por desentrañar tanta evidencia argumentan nuevas situaciones que plantean posibles historias, que asumen nuevas circunstancias como si asomaran los fantasmas cotidianos de una existencia compartida con ellos mismos. 

Muy buena exposición la que se organiza en la galería de Pepe Arrabal. Alejandro Gorafe, sabio él en proponer manifestaciones a contracorriente, en dotar de nuevas identidades a los más dispares objetos, ha llevado a la galería granadina un conjunto de realidades que, por su contundencia doméstica e inmediata, patrocinan nuevas perspectivas. Son objetos que saben de vivencias, de experiencias compartidas, de realidades por las que transitan recuerdos. 

Gafas, discos, aguamaniles, botellas, cepillos de dientes, latas de refrescos, incluso, referencias a lo humano, transportan la carga de una historia conformada de vivencias reales. 

Si perderse por el laberinto del Realejo granadino es una experiencia reconfortante; la obra de Luis Casablanca potencia y otorga una nueva dimensión a una realidad, más que presentida, sometida a nuevas experiencias.

Luis Casablanaca. Galería Arrabal & Cía. del Realejo.

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