domingo, 22 de septiembre de 2013

El Alhambra Sound se come la ciudad granadahoy.com

El festival consiguió colgar, por segundo año consecutivo, el cartel de todo vendido con la presencia de grupos como Niños Mutante, Iván Ferreiro, Sidonie o Miss Cafeina.
SOFÍA RAMÓN GRANADA 
En medio de una sequía musical, hace justo un año, un nuevo festival eclosionaba en Granada. Grupos como Plastic Frostik Machine, Supersubmarina o Fuel Fandando inauguraron un festival requerido en la ciudad. En su segunda edición, siguiendo con la misma filosofía, el Alhambra Sound ha vuelto a apostar por los grupos más punteros de la escena patrio. Casi un tercio de los grupos, procedentes de una ciudad que no deja de ofrecer música, componían el cartel de esta segunda cita.
 
Tras ganar el concurso organizado por el festival para bandas emergentes, Doroty Perkins abrieron un escenario caluroso con algunos de los temas que compondrán su primer disco. Desarrollaron su psicodelia progresiva en temas cumbre como Horizonte de sucesos, alcanzando el cénit con Se van sus naves, la canción con la que terminaron su concierto. Los jóvenes granadinos dieron paso a otra banda local: Toulouse. 
 
Tras años de escena, Toulouse sigue atinando con temas clásico de su vieja trilogía de EP. La banda inició su actuación animando a un público procedente de todas partes de España, atendiendo especialmente a las canciones de su último disco.
 
Después de los granadinos, llego el momento de Izal, una banda llegada de Madrid, que ha conseguido declararse como uno de los grupos revelación del pasado año. Los madrileños hicieron bailar al público, hasta el éxtasis con sus canciones,  cargadas de retórica como Extraño regalo e incluso tocando algunos temas de su próximo disco, que verá la luz el próximo mes, según afirmó el vocalista Mikel.
 
Miss Caffeina, llegaron después, con la ya conocida por todos puesta en escena de su cantante, Alberto, se metieron al público en el bolsillo con temas como Capitán, Lisboa y Lay de la gravitación Universal que consiguió hacer temblar el recinto de Fermasa, gracias a los bailes de los 5.000 asistentes al festival.
 
El punto fuerte de la tarde lo puso Iván Ferreiro, que con su disco Confesiones de un artista de mierda consiguió  poner el punto romántico y reflexivo a la ya declarada noche. Con sus temas más clásicos como Turnedo, Años ochenta también ofreció un pequeño adelanto de su nuevo disco Historia y cronología del mundo, que saldrá a la venta durante la próxima semana.
 
El rock garagero de L.A., llegó cuando el público estaba en su mejor momento. La banda mallorquina, que tras una larga espera, vuelven a Granada con su último trabajo Dualize. La banda deslumbró al público con sus temas más conocidos como Stop the clocks o la canción que lleva el nombre del disco.
Tras ellos llegaba el turno de Sidonie, la banda catalana consiguió hacer bailar hasta al menos atrevido del lugar. Su retorno a la psicodelia ha logrado volver a enganchar al público, a pesar de las reticencias de este. Con El bosque se reconciliaban de pleno con el respetable. 
 
Con los catalanes el día festivalero iba llegando a su fin, a la espera de la actuación estrella de la noche del mejor grupo del panorama independiente, según el último premio que han recibido los Niños Mutantes. Los granadinos llevaron al directo cortes de su trabajo Naúfragos, con el que han conseguido varios galardones a lo largo del año.
 
Al otro lado del recinto, para los más alternativos del lugar, se encontraba el segundo escenario cargado de grupos emergentes que entre actuación y actuación hacían maravillas a pesar del poco público que congregaban. Argot, Niño Burbuja y Kuve, fueron algunos de los invitados a este autobús de redbull, que hacía las veces de improvisado escenario.
 
El festival, que a alrededor de las 18.00 horas colgaba el cartel de todo vendido, con un total de 5.000 asistentes, ha conseguido hacerse, a pasos agigantados, un hueco en las citas musicales del verano. El punto y final llego con una luna llena que inundó de luz a los asistentes ,que despedían así el verano granadino tras más de ocho horas de música que se pasaron en apenas unos minutos...

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