sábado, 28 de septiembre de 2013

Los granadinos pagan hoy un 30% más de IBI que al principio de la crisis granadahoy.com

La actualización catastral y las subidas municipales aumentan un recibo de 359 a 465 euros
LOLA QUERO GRANADA
Los ciudadanos no han dejado de sufrir la subida del IBI, pese a la crisis.
Los incrementos del valor de los inmuebles pueden ser de hasta el 50%.
La crisis ha mermado los ingresos de las familias, pero el Ayuntamiento de Granada no ha dejado de exigirles cada año un mayor esfuerzo tributario. En lo que respecta al principal impuesto municipal, el IBI, los propietarios de viviendas en esta ciudad pagan hoy un 30% más que en 2007, año del comienzo del declive económico. 

El Gobierno local del PP ha desvelado estos días que a partir de 2016 prevé un sustancial aumento de la recaudación del IBI (5 millones de euros más) gracias a la aplicación de una revisión catastral, es decir, del valor de las viviendas que se toma de referencia para calcular la cuota de IBI que tiene que pagar cada uno de los contribuyentes. Pero esa subida se sumará a la que de forma menos aparente se ha estado aplicando sin descanso durante los últimos seis años. 

El propietario de un piso de tres dormitorios, ubicado en la zona del Palacio de Deportes, pagaba 359 euros de IBI en 2007. Esa cifra se ha ido incrementado hasta alcanzar los 465 euros de este año. El contribuyente paga hoy 106 euros más que cuando empezó la crisis económica. 

Este incremento paulatino de cada año se ha ido debiendo a dos factores. Por un lado, está la actualización anual de los valores catastrales, un procedimiento automático que se realiza mediante la aplicación de los coeficientes que los Presupuestos Generales del Estado aplican cada año. Normalmente coincide con la evolución del IPC, pero en los últimos años no siempre ha sido así. El valor de la vivienda de este contribuyente, por ejemplo, ha ido variando en los últimos años hasta subir un 5%. 

Esta actualización anual de los valores catastrales se aplica solo en los municipios cuya última revisión colectiva del Catastro es anterior a 1997, como es el caso de Granada, que no ha sufrido un proceso de este tipo desde ese año. 

Para fijar el importe de IBI a pagar hay otra variable fundamental, que es el porcentaje tipo que aplica el Ayuntamiento. De hecho, los municipios tienen esta herramienta para modular los importes del IBI, con independencia de los valores que fija el catastro. Así, en el ejemplo de ese piso de 3 dormitorios, con el mismo valor catastral, que se ha mantenido desde 2011, el contribuyente ha tenido que pagar más cada año porque el Ayuntamiento de la ciudad ha pasado de aplicar un tipo del 0,65% a 0,74%. 

En los últimos años en Granada se han sumado estos dos factores: actualizaciones catastrales (entre 2007 y 2011) y subidas de los tipos que pone el Ayuntamiento (desde el 0,6% de 2007 al 0,74% de 2013). El resultado de esto ha sido un paulatino incremento anual que al final suma el 30%. 

¿A partir de ahora qué? El Ayuntamiento de Granada asegura que en marzo pasado recibió una notificación por escrito de la Dirección General del Catastro en la que le advertía de la necesidad de una revisión catastral, que no se produce desde 1997. Estos procesos pueden producir cambios muy sustanciales, con incrementos que suelen ser del 50% del valor de los inmuebles. 

El Ayuntamiento explica en su plan de ajuste económico que tiene previsto retrasar hasta 2016 la revisión reclamada. Será, por tanto, una vez que pasen las próximas elecciones municipales, lo que hace suponer que el Gobierno local quiere evitar justo antes de los comicios una revisión que puede subir mucho el recibo de los ciudadanos. 

El próximo gobierno que salga de las urnas tendrá que asumir esa subida catastral y decidir si la aplica a los recibos del IBI o no, pues tiene herramientas para ello. 

Los ayuntamientos pueden utilizar su tipo impositivo (porcentaje por el que se multiplica el valor catastral) para modular la subida. Es decir, si aumenta la valoración de la vivienda tras la subida general, el municipio puede bajar el tipo para amortiguar e, incluso, anular en la práctica ese aumento. 

En el caso de Granada no parece que los planes sean esos, pues ha incluido en su plan de ajuste económico (una previsión económica hasta 2023) un incremento de los ingresos por IBI de 5 millones de euros a partir de 2016. La oposición calcula que esto podría suponer un incremento de hasta un 10% de los recibos.

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