viernes, 15 de noviembre de 2013

El rechazo vecinal, escollo de la Alpujarra para ser Patrimonio de la Humanidad granadahoy.com

El Centro Unesco de Andalucía advierte de la necesidad de obtener el apoyo de los alcaldes, que tienen sus recelos por si la mayor protección puede frenar su desarrollo
L. QUERO GRANADA 
Imagen de Pampaneira.
El proyecto para la inclusión de la Alpujarra en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco está muy bien avalado por las Administraciones públicas y otros organismos como la Universidad, que están trabajando conjuntamente. Pero el principal escollo estaría en los propios vecinos de la zona y sus alcaldes, que no han mostrado por ahora un interés unánime por conseguir esta nueva figura de protección. 

El vicepresidente del Centro Unesco de Andalucía, José Antonio López Nevot, advirtió ayer de este punto débil del proyecto que habría que solucionar mediante la concienciación social en la zona. "Hay que explicarles a los alcaldes que no se puede mirar a corto plazo y buscar un desarrollo que sea sostenible", explicó el experto, en alusión sobre todo al turismo que llega a esta zona. 

López considera que el turismo que actualmente recibe la Alpujarra es un poco "agresivo" y se concentra en determinadas zonas. "Hay que buscar otro turismo que permita mantener las formas de vida tradicionales". 

Para el proyecto de protección de la Alpujarra como Patrimonio Mundial no solo son importantes los valores naturales y los elementos culturales presentes en esta zona, sino los criterios etnográficos. Es decir, se valoran mucho las formas de vida en la zona. el representante del Centro Unesco mencionó especialmente la agricultura, una actividad cuyos elementos autóctonos, como las acequias, hacen de esta zona un lugar único en el mundo y lleno de historia. Sin embargo, estas actividades "se están perdiendo", advirtió López Nevot. 

"Hay que pensar qué significa ser Patrimonio Mundial", porque el responsable del Centro Unesco explicó que muchas veces estas cosas se demandan como un "objetivo político o un reclamo turístico" sin tener en cuenta todas las demás consecuencias y las obligaciones que esto conlleva. "Figurar en esa lista no es un premio sino una responsabilidad". 

López Nevot recordó que esa lista es "frágil" y se puede salir de ella para entrar en la llamada lista negra, donde están los lugares y espacios amenazados por causas naturales o por la intervención del hombre. De todos modos López Nevot dijo que "en Granada no debemos preocuparnos", pese al deterioro y otros problemas (pintadas o empedrado) que sufre el barrio del Albaicín.

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