domingo, 16 de febrero de 2014

"En democracia, la pobreza y la desigualdad siguen creciendo" granadahoy.com

Francisco Casero continúa su huelga de hambre por las Alpujarras.
FRANCISCO CORREAL
Francisco Casero./Lucía Rivas

Francisco Casero (Marchena, Sevilla, 1948) continúa hoy su huelga de hambre por las Alpujarras. Fundador del Sindicato de Obreros del Campo, el presidente de la Asociación de Certificación Ecológica de Andalucía eligió la Venta del Rayo, pedanía de Loja (Granada) para iniciar su huelga de hambre. Lee un informe sobre las Dehesas y el libro de Ezequiel Martínez Tierra y Mar. El viernes recibió la visita del alcalde, Francisco Joaquín Camacho, 30 años, maestro, del PP, que gobierna con Convocatoria por Loja y tiene su despacho en la casa-palacio de Narváez, hijo de la localidad. 
 
-Por el camino de Loja dos jinetes van marchando, dice el fandango. ¿Cuántos le acompañan en la huelga de hambre que empezó el miércoles en la localidad granadina?

-Quiero abrir un debate en las casas, en los bares. No es un gesto contra nadie.

-Más de cuarenta huelgas de hambre en su currículum. ¿Ahora por qué?

-Como Europa va a crecer, España y Andalucía también. ¿Y si Europa baja? Nuestro futuro depende de lo que hagamos ahora.

-¿Qué no hay que hacer?

-Los derechos no pueden estar por encima de los deberes. Falta una cultura del esfuerzo. Una mentalidad empresarial que se encuentra con las trabas de una burocracia obsesiva y sin sentido, pesada, poco ágil.

-¿Su huelga de hambre es un derecho o un deber?

-Es un deber. ¿Podemos permitir que nuestros estudiantes estén en el paro o tengan que coger el camino de la emigración con el trabajo y la ilusión que nos costó darles esos conocimientos?

-¿Andalucía también está a diez puntos de la salvación como su Betis?

-Está mucho peor. Hay un problema muy grave. La clase política, un reflejo de la sociedad, es el estamento menos valorado. La Justicia está asumiendo papeles de las instituciones, lo está judicializando todo.

-¿Por qué en Loja, en la Venta del Rayo?

-Primero, para reivindicar el papel de los ayuntamientos. Se están despoblando las zonas rurales. En segundo lugar, para reivindicar una ganadería extensiva y ecológica. Que en Andalucía hemos convertido en referente a nivel europeo y en la Política Agraria Común no le dedican ni una sola línea.

-¿Es romanticismo?

-Es realismo puro. ¿Cuánto nos cuestan los incendios forestales? Con un sector ganadero fuerte se evitarían. Tenía que recibir una compensación simplemente por mantener el territorio y preservarlo.

-¿Ha hablado con el ministro Arias Cañete?

-Bastantes veces. Pero el problema no son las ayudas, sino el valor añadido.

-¿Su gesto le vuelve a los tiempos de jornalero?

-Andalucía incorporó la lucha de la no violencia en los años setenta.

-¿Qué le dice la gente?

-Me han llamado desde rectores de universidad a campesinos. Me han visitado un empresario de Almería, un economista de Sevilla, una familia de Grazalema. Todos dicen lo mismo. Si miramos para otro lado, somos cómplices.

-No fue a la universidad.

-Siempre he estado rodeado de universitarios. Yo estuve en la Universidad de la vida y del esfuerzo.

-A diferencia de otras, ésta es la huelga de un Casero abuelo y jubilado...

-Tengo tres nietos y una de las cosas que me llevó a tomar esta decisión fue cuando los miré, dos mellizos de siete años, otro de cuatro. En los años setenta luchamos para darle un mundo mejor a nuestros hijos y ahora tenemos una responsabilidad con nuestros nietos.

-¿Y el jubilado?

-Cumplí 65 años en agosto del año pasado. Después de jubilarme, he recorrido más de 40.000 kilómetros.

-Desde Juan Díaz del Moral ha llovido mucho. ¿El problema es el latifundio y los terratenientes?

-El problema es la burocracia y la mentalidad. En los años sesenta y setenta nuestro empeño en la democracia era luchar contra la desigualdad y la pobreza. Hay democracia, y la desigualdad y la pobreza siguen creciendo.

-¿Alguien puede pensar que la democracia no sirve y por eso se llenan los mítines de Mme. Le Pen?

-La democracia es la solución, pero democracia no significa depositar un voto cada cuatro años para que otro decida y piense por ti.  Si una sociedad se tira quince días discutiendo si la infanta tiene que entrar a pie o en coche en el juzgado, algo está fallando.

-El candidato del PP es hijo de emigrantes...

-Ese proceso no está cerrado. Es la clase política en general la que está cuestionada. ¿Por que razón no están en sus despachos a las ocho de la mañana? En estos momentos necesitamos ejemplos, referentes, como de padres a hijos.

-¿Qué no le cuadra?

-Que con una renta per cápita tan grande haya tanta pobreza y sufrimiento.

-¿Y subdesarrollo?

-Sin duda. Menos del 25% del aceite de Andalucía se vende envasado. ¿Cuánta riqueza se nos va? El precio del aceite está 60 céntimos por debajo de los costes de producción. Y las frutas y hortalizas tienen 0,22 euros de valor añadido, mientras en Cataluña superan el euro.

-¿Y el tema catalán?

-He vivido en Menorca y pasé un año en Cataluña. Yo creo en la amistad y la alianza entre los pueblos. Por eso inicié una huelga de hambre en el 92 junto al árbol de Guernica cuando Eta amenazó con hacer atentados en la Expo.

-¿España es diferente?

-Parece que sí. En Estados Unidos, la condena al banco causante de la crisis se resolvió en seis meses.

-¿De quién espera más, de Susana Díaz o de Mercedes Alaya?

-La juez tiene su papel, pero mira el Betis de mi alma, que lleva cinco años sin resolverse. Susana Díaz aporta un nuevo aire, pero tiene que zamarrear su partido y las instituciones.

-Usted en huelga de hambre y prodigan los programas de cocineros...

-Me parece fantástico que haya cocineros de prestigio, pero tanto como para estar tantas horas delante del televisor...

-¿Le han visitado Cañamero y Sánchez Gordillo?

-La gente que viene es muy plural. Me visitó el Ayuntamiento, que preside un joven alcalde del PP que gobierna en coalición con un partido de Loja.

-¿Se ha puesto un límite?

-¿Diez días, 20, 30? No lo sé ni me preocupa.

-Como antiguo sindicalista, ¿qué opina de las sospechas sobre la UGT?

-Uno de los problemas es la corrupción generalizada. Eso me da rabia y tristeza. He luchado con ellos en tiempos difíciles y  muchos han dejado lo mejor de sus vidas en esa lucha.

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