domingo, 9 de marzo de 2014

El largo camino para convertirse en Patrimonio de la Humanidad granadahoy.com

La Diputación pedirá la retirada del expediente de los Dólmenes de Antequera si no entra en la lista definitiva para dejarle paso a La Alpujarra. El horizonte para lograr la distinción se fija en 2016.
JUANJO ROMERO ÓRGIVA 
De sobra es conocido que el proceso que se está llevando a cabo para conseguir que La Alpujarra sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad cuenta con el apoyo expreso de todas las instituciones, partidos políticos y demás organismos tales como la Universidad de Granada. Por su parte, en la provincia de Málaga hay un proceso similar que trabaja para conseguir que El Sitio de los Dólmenes de Antequera también consiga este reconocimiento mundial. Hasta ahí todo bien. El problema es que hay que tramitar un expediente solo por comunidad y año. 
 
Precisamente, el consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, presentó el pasado domingo el expediente de la candidatura del Sitio de los Dólmenes de Antequera para su declaración como Patrimonio Mundial por la Unesco. Un expediente que supone un paso más al proceso iniciado en 2010 y que será defendido por Andalucía el 27 y 28 de marzo en el Consejo del Patrimonio Histórico Español que se celebrará en Plasencia, organismo que deberá ratificar a los Dólmenes de Antequera como única candidatura que España llevará a la Unesco en 2015. 
Si bien es verdad que la Junta de Andalucía siempre ha mostrado su apoyo a la candidatura alpujarreña, también lo es que nunca ha recibido un apoyo tan explícito como el que acaba de recibir la candidatura de los Dólmenes de Antequera. 
 
Desde la Diputación de Granada, institución que inició la andadura del proceso de la candidatura alpujarreña en septiembre de 2012, ya han pedido en más de una ocasión a la Junta que se decante por una de las dos opciones. El expediente de los Dólmenes de Antequera se inició mucho antes que el de la Alpujarra, concretamente en el año 2010, y desde enero de 2012 se encuentra en la Lista Indicativa. No obstante, el diputado provincial de Turismo, Francisco Tarifa, se ha mostrado sorprendido porque todos pensaban "en cierta medida que este expediente no iba a estar preparado ya que llevaba más de dos años paralizado, sin contar con ninguna presión y ahora en tan solo un par de meses lo han vuelto a retomar". 
 
El escenario que se presenta ahora es que Los Dólmenes de Antequera "por fin" ha presentado el expediente definitivo y se pueden dar dos situaciones diferentes. Una es que el Consejo del Patrimonio en la reunión de este otoño lo valore positivamente y pase la candidatura a la lista definitiva, en ese caso quedará un hueco para que otra candidatura pueda entrar en la lista indicativa, siendo la de La Alpujarra, según señala Tarifa, "la que más oportunidades tiene". La otra situación que puede darse es que el expediente definitivo de los Dólmenes de Antequera estuviera incompleto o que no recogiera los requisitos que exige la Unesco. "En ese caso pediremos a la Junta de Andalucía que retire el expediente malagueño de la lista indicativa y que lo presente cuando esté más avanzado para que pueda ocupar nuestra candidatura el hueco que quedaría en la lista indicativa".
 
Entrando en la deseada lista indicativa en otoño de este año, el diputado ha manifestado que "la candidatura de La Alpujarra, la más trabajada de Andalucía, en la primavera de 2015 podría entrar en la lista definitiva y de ahí formar parte del Patrimonio de la Humanidad en el horizonte de 2016 o 2017".
 
Por su parte, la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Ana Gámez, asegura que "los dos expedientes se encuentran en fases distintas". El de los dólmenes, tras permanecer un año como mínimo en la lista indicativa, luchará ahora por pasar a la lista definitiva, algo que, según señala la delegada, "no se conocerá hasta el mes de octubre de este año". Y precisamente ese hueco que deja el expediente malagueño podría ocuparlo la propuesta alpujarreña, aunque esa decisión le corresponderá tomarla al Consejo del Patrimonio Histórico Español. Por lo tanto, en octubre se conocerá también si La Alpujarra entra o no a formar parte de esa lista.
 
Gámez ha añadido que desde la Junta de Andalucía han "intentado acelerar al máximo el expediente". En septiembre recibió la Delegación de Cultura el expediente, posteriormente fue remitido a la Consejería y de ahí al Ministerio para seguir su tramitación ante el Consejo del Patrimonio Histórico Español. "El 17 de octubre de 2013 el Consejo del Patrimonio vio por primera vez la propuesta". 
 
Con respecto al apoyo expreso por parte de la Junta a la candidatura de La Alpujarra, la delegada ha reseñado que desde que comenzó el proceso "siempre ha habido pronunciamientos de la Junta apoyando la candidatura". No obstante, ha añadido que "seguramente, más adelante, al igual que se está haciendo con la candidatura de Antequera, se mostrará un apoyo más explícito a la candidatura de La Alpujarra".
 
El caso es que la comunidad andaluza cuenta con varias propuestas que deberá trabajar para que el Ministerio de Cultura presente cada año un candidato por cada categoría. Entre los aspirantes andaluces a ser Patrimonio Mundial para los próximos años y que tienen los deberes más avanzados se encuentran el Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera y La Alpujarra. Aunque hay que mencionar que también tiene la documentación muy avanzada la propuesta de La Rábida (Huelva), con sus lugares vinculados al Descubrimiento de América. Proyectos, todos ellos muy válidos, pero que tendrán que pasar unos trámites a medio y largo plazo para llegar a la meta de la carrera que supone el conseguir ser declarados Patrimonio de la Humanidad.
 
DÓLMENES DE ANTEQUERA
Hasta junio de 2016 no se sabrá si los Dólmenes de Antequera, uno de los conjuntos megalíticos más visitados del mundo y situados en el epicentro de Andalucía, se incluirán en la Lista Representativa de Patrimonio Mundial, lo que supondrá, ha asegurado el consejero, Luciano Alonso, "un reconocimiento merecido que situará a los Dólmenes de Antequera en el mapa de los grandes monumentos megalíticos del mundo y el primero que se declare en España". 
 
El Sitio se presentará ante la Unesco como un bien cultural integrado por los sepulcros megalíticos de Menga, Viera y el Romera, además de los monumentos naturales de la Peña de los Enamorados y el Torcal de Antequera, al considerarse el conjunto como "una de las primeras formas de arquitectura y paisaje monumental de la Prehistoria europea", en palabras del director del conjunto, Bartolomé Ruiz. 
 
La candidatura de los dólmenes se defenderá ante el Consejo del Patrimonio Histórico Español que se reunirá los días 27 y 28 de marzo en Plasencia, para su aprobación y posterior envío, por el Gobierno Español, a la sede de la Unesco, en París. El Consejo Patrimonial estudiará la lista indicativa en la que podían haberse presentado hasta 26 candidatos, pero a la que este año sólo se ha presentado la candidatura antequerana. 
 
LA ALPUJARRA
La unidad institucional para lograr que La Alpujarra sea reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad sigue estando de relieve. Cuando la candidatura alpujarreña entre a formar parte de la lista indicativa deberá transcurrir un año, como mínimo, para que pueda hacerse la propuesta de candidatura a la Unesco para su inclusión definitiva en la lista del Patrimonio Mundial. 
La idea final es la potenciación socioeconómica de la Alpujarra y "proyectarla al resto del mundo como realmente merece". Un proyecto apoyado no sólo por las instituciones granadinas sino también las almerienses debido a que la Alpujarra abarca gran parte de estas dos provincias.
 
De cara a la Unesco, el valor de este bien consiste en la conformación de un paisaje cultural, producto de la actuación del hombre sobre el medio natural a través de más de mil años en los que se ha documentado la interacción entre diversas culturas, especialmente musulmana andalusí y cristiana mozárabe y, más tarde, por la influencia de la cultura castellana. 
 
El lugar está integrado por una serie de barrancos y valles fluviales que descienden desde las cumbres hasta los cauces de los ríos Guadalfeo y Andarax, en los que se dan una serie de características comunes y únicas que conforman el paisaje.
 
Uno es el sistema de cultivos en terrazas, denominadas "paratas", estructuradas con muros construidos en piedra por el procedimiento denominado "cuerda seca", que son llamados "balates". En las terrazas se da una disposición concreta de los cultivos, mantenida desde la edad media. Estas paratas se alternan en el paisaje con masas boscosas bastante densas, especialmente de castaños, robles y encinas, que eran explotadas por los habitantes de la zona como complemento a la agricultura, y en las cotas más elevadas de la sierra con prados de uso ganadero.
 
Otro es el sistema de captación de agua de las reservas de nieve de las altas cumbres mediante una técnica tradicional denominada "careo" y transporte de la misma hasta las zonas de cultivo, a través de una compleja red de acequias. Se complementa con un sistema de control y almacenamiento del agua mediante albercas, albercones y aljibes. De forma complementaria, existe una gran variedad de infraestructuras asociadas al agua: molinos, partidores, presas,...
 
Característicos son también los asentamientos humanos en forma de núcleos escalonados, adaptados al relieve del terreno, que contienen una arquitectura original y propia, con materiales del terreno y una estructura urbana que incluye espacios semipúblicos de gran originalidad (tinaos) y una imagen muy específica.
 
La Alpujarra tiene también masas vegetales específicas de ribera, consecuencia de la existencia de la red de acequias y de la tradición agrícola de la zona. Destacan igualmente elementos constructivos asociados a los procesos señalados (caminos, "escarihuelas", puentes, lavaderos…) y la evolución y papel histórico del lugar (torres, castillos, albacaras, iglesias).
 
Hasta ahora, Andalucía cuenta en esta Lista Representativa del Patrimonio Mundial con el Centro Histórico de Córdoba; la Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada; la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla; el Parque Nacional de Doñana; los Conjuntos Monumentales Renacentistas de Úbeda y Baeza en Jaén y el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, que se extiende desde Cataluña hasta la comunidad andaluza. Asimismo, en la modalidad de Patrimonio Inmaterial se han declarado el flamenco, la dieta mediterránea y la Fiesta de los Patios de Córdoba. 

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