sábado, 21 de febrero de 2015

"La Constitución debe garantizar los derechos sociales" granadhoy.com

El granadino presenta su nueva obra 'Por un socialismo republicano'. El libro recoge más de 170 artículos de opinión publicados en prensa.
V. GOMARIZ BELDA GRANADA 
El que fuera candidato a la Secretaría General del PSOE suma una nueva publicación en su prolífica trayectoria.

-¿Cómo surge esta nueva obra? 

-La idea viene de tiempo atrás, incluso el mismo título 'Por un socialismo republicano' formulado de una manera u otra en los artículos de las últimas etapas y en el debate que tuvimos en el seno del PSOE por las primarias para la Secretaría General. Ya se vislumbraba que la socialdemocracia entraba en una etapa de crisis de la que iba a ser difícil recomponerse, sobre todo por la hegemonía neoliberal en décadas pasadas. Se empezó a apuntar hacia la radicalización de la democracia como vía para la configuración de un socialismo puesto al día. 

-¿Qué tres pilares serían básicos para adaptar la democracia actual a esa radicalización? 


-En primer lugar, es nuclear la idea de ciudadanía activa, participativa y crítica que interviene en el ámbito público y no se desentiende de los problemas que nos afectan a todos. Eso implica un concepto de democracia que se abra a nuevas dimensiones como la mejora de los cauces de participación colectiva. Por último, la forma del Estado como República. Hay otros problemas muy candentes pero es una cuestión que no podemos soslayar. 

-¿Qué elementos podría introducir ese modelo para erradicar la lacra de la corrupción? 

-Hay que reforzar los mecanismos de control en la vida pública y concretamente en la política. Que los poderes del Estado no sólo sean independientes sino activos en sus funciones. El judicial con un papel determinado en esta cuestión tanto en lo que se refiere a procesos judiciales más ágiles como la eliminación de zonas de impunidad afectadas por este fenómeno. A su vez eso exige una cultura donde la responsabilidad política tenga un papel relevante como algo distinto a la penal. Además de una conciencia ciudadana más arraigada en torno a todo esto. 

-¿La irrupción de nuevos partidos puede contribuir al descenso de las malas prácticas? 

-Supone un revulsivo, a todo el mundo le hace reaccionar. El ascenso de Podemos tiene lugar porque no ha habido respuestas eficaces, también respecto a casos de corrupción. No obstante, son fenómenos positivos que pluralizan la vida política. Además en la izquierda introducen novedosos elementos que vienen a diseñar estrategias para articular esa alternativa ideológica. 

-¿Qué recorrido le atisba a Podemos en este año electoral? 


-Estamos en un momento donde la ciudadanía no solo está expectante si no que también está muy involucrada en el debate público. Como fuerza política, Podemos tiene que hacer un esfuerzo para transitar desde el gran rechazo que expresa el apoyo social que pueda tener a la clarificación del programa. 

-En ese sentido, el PSOE cuenta con un peso histórico que debería hacer valer. 

-El PSOE creo que tiene un elemento que sacar a relucir a su favor no compitiendo con nadie si no ofreciendo porque es un elemento de memoria importante. Una historia de 135 años es un caudal importante de trayectoria política. Es cierto que se ha acumulado un lastre que hay que aliviar y, a su vez, generar factores de credibilidad y confianza siempre desde una esfera socialista y republicana. 

-¿Es Pedro Sánchez el mejor para administrar esa herencia? 


-Reconozco que la tarea no es fácil para nadie, ni era ni lo será. Hay cuestiones que suscribo como aciertos y otras que deberían haber ido en otra dirección. Es cierto el hincapié puesto en la lucha contra la corrupción. En cambio, el pacto antiyihadista no ha sido planteado de la mejor manera. En cuanto a la destitución de Tomás Gómez (ex secretario general del PSM) no se ha logrado un diálogo en torno a cómo resolver la situación de un candidato que tiene tras de sí una imagen pública muy deteriorada. Se podría haber tratado de una forma más escrupulosa. 

-¿En el debate soberanista catalán quién ha fallado, Madrid o Barcelona? ¿O los dos? 


-Desde los dos lados parece que se han dedicado más a cavar trincheras que a tender puentes. Una concepción republicana facilita la consolidación de la cultura federal que necesitamos. En el caso de España tiene que ser un federalismo plurinacional. El PSOE tampoco ha llegado al máximo. Se habla de reforma constitucional pero hay que entrar a fondo en los problemas. 

-En esa hipotética transformación constitucional, ¿qué otros puntos habría que revisar? 
-Una reforma constitucional tiene que contemplar otras cosas más allá de la Jefatura del Estado y la configuración territorial del mismo. En ese sentido es imprescindible el refuerzo de los derechos sociales y económicos (vivienda, trabajo o educación) que deben contemplarse en la Carta Magna con mayor énfasis y garantismo. No puede ser algo intocable. Cuando se ha tocado no ha sido de la mejor manera, caso del famoso artículo 135 para atender a la deuda pública. 

-Y en el campo de la Memoria Histórica, ¿hay conquistas pendientes? 

-Se ha avanzado bastante aunque falta una mayor conciencia social. Hay que profundizar en ese punto cualificado éticamente. Una sociedad no puede plantearse en su convivencia democrática desde el olvido, sin reconocer una deuda que se tiene con aquellos que nos precedieron y quedaron como víctimas en la cuneta de la historia. En aras de la reconciliación, en la Transición se hizo lo que se pudo, con una Ley de amnistía, que a veces ha llevado a extremos que no eran los que se pensaban para una ley así. Hoy sabemos que hay crímenes que no deben prescribir.

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