domingo, 26 de abril de 2015

Solo hay dos intérpretes para 4.000 personas sordas en toda la provincia granadahoy.com

S. VALLEJO GRANADa

Cada día una persona realiza decenas de acciones o actividades para su vida laboral, familiar o social de forma automática y sin pensar en no poder gestionarlas con facilidad. Comprar, ir al médico, ir de tapas o a comer, hacer gestiones administrativas, acudir a un juzgado, gestionar una reclamación, pedir un taxi o hacer deporte son cosas habituales. Pero ahora piense por un momento que tiene alguna discapacidad auditiva o que no escucha a su interlocutor. ¿Cómo se entendería con el médico? ¿Cómo llamaría a un taxi? ¿Cómo sería su vida diaria? ¿Podría hacer todo lo que hace? 

Esa es la situación a la que se enfrentan a diario las 4.000 personas sordas que hay en la provincia de Granada. Necesitan a un intérprete para poder hacer todas estas cosas y acceder en igualdad a un intérprete que se encargue de transmitirle todos esos mensajes sonoros. Porque, desgraciadamente, el conocimiento de la lengua de signos es muy reducido por la población en general de forma que encontrar a alguien con quien comunicarse sin problema y sin previo aviso en un negocio, una administración o institución, es casi imposible. 

Pero el número de intérpretes es insuficiente. En Granada sólo hay dos para atender a los 4.000 sordos que hay en la provincia, según informan desde la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia, Asogra, que cuenta con unos 300 socios. Dos intérpretes para atender las demandas diarias de 4.000 personas. ¿Cómo se hace? Pues con limitaciones diarias que tienen que superar pese a ser una necesidad fundamental para su día a día. 

Es la Federación Andaluza de Asociaciones de Personas Sordas (FAAS) la que reparte las subvenciones a las asociaciones para contratar a los intérpretes pero es claramente insuficiente, por lo que las quejas del colectivo son continuas porque casi tienen que condicionar su vida y sus actividades o gestiones a la disponibilidad de intérpretes. De hecho, también ocurre que cuando consiguen una cita con el intérprete por ejemplo para ir al médico, si hay retraso en la consulta el intérprete se tiene que ir para atender a su siguiente usuario dejando solo al primero en el médico, por lo que el problema no se resuelve. "Así es y te quedas sola y te comunicas como puedes, por escritura habitualmente", relata Cuerva. 

Pero no es fácil atender todas las demandas. De hecho, cada intérprete tiene una agenda apretada con hasta diez servicios al día de lunes a viernes. Los fines de semana no se puede atender tampoco demandas. 

La presidenta de Asogra, Guadalupe Cuerva, y su vicepresidenta, Chabeli Aceituno denuncian esta situación. Dicen que antes tenían más recursos pero con los recortes se ha reducido el dinero destinado a los intérpretes. De hecho, la federación debe unos tres millones de euros. Además, se ha prescindido del servicio 24 horas, por lo que si hay que ir a un asunto urgente, no se puede atender, por lo que luchan especialmente por recuperar este servicio. 

"No es justo vivir así", explica la presidenta de Asogra. Además, por ejemplo, los intérpretes que tienen en la asociación tienen un contrato temporal porque no hay recursos, por lo que no saben siquiera qué pasará cuando cumpla. 

Y mientras, la vida sigue día a día, por lo que su única opción en muchos casos es recurrir a la familia. Pero no es algo que les convenza ya que, para determinadas cuestiones como el médico u otros trámites, pierden intimidad. "Queremos ser independientes. Sin la posibilidad de un intérprete volvemos otra vez a antaño. Tenemos la ayuda de la familia pero muchas veces así no se nos da la información al 100%, suelen dar un resumen de lo que pasa. Con la familia se pierde mucha información", reclama la presidenta. Otros servicios rutinarios para los que se reclama un intérprete, por ejemplo, son ir a misa, actividades de ocio o reuniones de comunidades de vecinos. Para el servicio de taxi acaban de llegar a un acuerdo con teletaxi para solicitar los servicios por sms o whatsapp. 

Para atender toda la demanda y poder mejorar la atención al colectivo de personas sordas, desde Asogra calculan que deberían tener cinco intérpretes, por lo que faltarían tres. De esta forma, con el apoyo por ejemplo de los de la costa, se podrían atender más servicios ya que se tienen que mover por toda la provincia, que con dos no da tiempo pero con cinco se podría destinar uno o dos para rutas provinciales. En Motril la asociación de sordos tiene un intérprete que se encarga de atender a toda la Costa Tropical. 

Los servicios para los que más se reclama el apoyo del intérprete son los sanitarios, seguidos de los judiciales, el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) o los trámites en ayuntamientos o la Diputación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario