viernes, 17 de julio de 2015

El «fracking» podría tener efectos directos sobre la salud ABC.es

Un estudio relaciona la mayor densidad de pozos con aumentos en las hospitalizaciones por problemas cardiacos y neurológicos



El «fracking» podría tener efectos directos sobre la salud. Así se desprende de una investigación, realizada por las universidades de Columbia y Pennsylvania, que encuentra relación entre esta técnica para fracturar la roca y extraer el gas o el petróleo y las hospitalizaciones por problemas cardiacos y enfermedad neurológica en las zonas donde se llevan a cabo las perforaciones. Según el estudio, que publica la revista «PLoS ONE», a mayor densidad de pozos aumenta la tasa de hospitalización de los residentes por causas cardiacas y neurológicas, aunque también ven relación con otras dolencias.
En los últimos diez años, en Estados Unidos, la fracturación hidráulica ha experimentado un aumento meteórico, al mismo tiempo que ha crecido la preocupación de los residentes cercanos sobre las amenazas para su salud que podría suponer una potencial contaminación del aire o del agua derivada de esta actividad.
Los investigadores de dos centros básicos de salud ambiental, uno en la Universidad de Columbia y otro de la Universidad de Pennsylvania, y que dependen del Instituto de Ciencias de Salud Ambiental de Estados Unidos, analizaron las hospitalizaciones en tres condados del norte de Pennsylvania, donde está la cuenca Marcellus, con una gran cantidad de pozos de «fracking», entre los años 2007 y 2011. Y se dieron cuenta de que en los dos condados con pozos activos (Bradford y Susquehanna) –en el tercero, Wayne, no hay perforación de pozos porque se prohibió dada su cercanía con la cuenca del río Delaware– las tasas de hospitalización por problemas cardiacos y neurológicos fueron significativamente mayores en las zonas más cercanas a los pozos activos. Las hospitalizaciones por enfermedades de la piel, cáncer y problemas urológicos también se asociaron con la proximidad de las viviendas a los pozos activos.
Analizando la situación de estas viviendas a partir de sus códigos postales el estudio concluye que 18 de los códigos postales tienen una densidad mayor a 0,79 pozos por kilómetro cuadrado, y proyecta que la tasa de hospitalización de los residentes que viven ahí será un 27% mayor para cada año que exista esa densidad de pozos comparado con los residentes en el condado en que no hay fracturación hidráulica.
Reynold Panettieri, profesor de Medicina y subdirector del Centro de Excelencia en Toxicología Ambiental de la Universidad de Pennsylvania, explica que «en este momento, sospechamos que los residentes están expuestos a muchas sustancias tóxicas, ruido y a factores de estrés sociales debido a la fracturación hidráulica cerca de sus casas y que esto puede aumentar el número de hospitalizaciones. Este estudio representa uno de los más completos hasta la fecha que vincula la fracturación hidráulica con efectos sobre la salud».

Estudios epidemiológicos

Sin embargo, los autores advierten que se necesitan más estudios para determinar cómo los tóxicos o combinaciones individuales específicas pueden aumentar las tasas de hospitalización. Por ejemplo, el aumento de las hospitalizaciones de cardiología podría estar relacionado con un aumento de la exposición a la contaminación del aire, como las emisiones de diesel y las partículas finas, o al ruido, pero ahora hará falta diseñar estudios epidemiológicos concretos.
Si bien el estudio no prueba que la fracturación hidráulica sea en realidad la causa de estos problemas de salud, dicen los autores, los aumentos observados en las hospitalizaciones en el lapso de tiempo relativamente corto de observación sugiere que los costes de la atención médica de la fracturación hidráulica han de tenerse en cuenta a la hora de calcular los beneficios económicos de la explotación de gas y petróleo no convencionales.

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