domingo, 30 de agosto de 2015

Depresión, La niña fea de la salud granadahoy.com

La fundación ANAED trabaja para sacar a la luz una enfermedad que ya es la segunda causa de muerte entre los jóvenes Entre un 8 y un 15% de la población mundial sufrirá este trastorno
LAURA MARTÍN GRANADA

Acudir al psicólogo no es sinónimo de locura. No son pocas las personas que se alarman cuando algún conocido pretende inducirlas a comenzar una terapia psicológica y niegan tener un problema que necesite ser tratado. Pese al frecuente uso coloquial que se hace del término 'depresión', ésta sigue siendo una enfermedad desconocida de manera general. Este trastorno parece haberse extendido como la pólvora en la actual coyuntura de crisis y, hoy día, se sitúa como uno de los problemas de salud más serios y comunes. 

Alrededor de un 8 y un 15% de personas en todo el mundo sufrirán un trastorno depresivo a lo largo de sus vidas; actualmente, en España, entre un 4 y un 5% de la población padece depresión. Las mujeres doblan casi el porcentaje de riesgo de sufrir un episodio grave, un 16,5% para ellas frente el 8,9% de ellos. Además, según los datos que se encuentran en la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, el Estado Español es el tercer país del continente con una mayor tasa de síntomas depresivos en las personas de edad avanzada. 

La depresión es una gran desconocida y, por eso, los organismos que promueven su conocimiento y colaboración son escasos. La Asociación Nacional de Ayuda al Enfermo de Depresión (ANAED) se fundó en 1994 por un grupo de pacientes que buscaba ayuda para paliar su enfermedad. Montaron su sede en Madrid y empezaron a trabajar. Debido al crecimiento de la demanda, y con perspectivas de futuro, en 2002 ANAED se configuró como fundación con la intención de dar una mayor estabilidad a la estructura. Hoy en día ANAED cuenta con 58 sedes asociadas en toda España; una de ellas, en Granada. La pretensión es llegar a 87 para, de este modo, estar en todas las capitales de provincia españolas y a todas las ciudades con más de 100.000 habitantes. 

Vanessa Martín es la psicóloga encargada de representar a la fundación en la provincia. Desde hace un mes colabora con ANAED para aportar a las personas enfermas y a sus familias las herramientas necesarias para superar este trastorno y facilitarles que puedan hacerle frente al coste de las terapias. "Este tipo de enfermedades -explica- están muy incomprendidas. Nosotros pretendemos que, primero, la depresión se conciba como una enfermedad, ya que ésta incapacita al paciente, pero dar a conocer que a la vez tiene solución". 

ANAED se asienta sobre tres pilares básicos: el tratamiento psicológico y psiquiátrico que el paciente necesite, dar información a la sociedad mediante charlas para que se conozca realmente qué es la depresión y "presionar" a las administraciones públicas para que entiendan que se debe invertir más dinero y prestar más apoyo a una enfermedad que se expande, cada vez más, a todas las edades de la población; un trastorno que ya es la segunda causa de muerte entre los jóvenes. 

"La depresión incapacita a las personas para poder trabajar y para relacionarse a nivel social. Muchos de los familiares no comprenden qué les está ocurriendo a estas personas y por eso también se le imparten terapias a ellos", asevera Martín. Y es que el vínculo familiar es uno de los elementos más importantes para concienciarse de la enfermedad, ya que el trato y apoyo que se reciba de ellos podrá ayudar a los pacientes a superar su enfermedad y, por ello, desde la fundación se le otorga un papel protagonista. 

La fundación es la encargada de derivar a los pacientes desde la sede central a las diferentes provincias en las que serán atendidos por profesionales que van desde psicólogos a psiquiatras. ANAED es una organización sin ánimo de lucro, lo que permite reducir en grandes cantidades la cuantía de cada terapia. "A los profesionales les hacemos que hagan una acción de responsabilidad social corporativa, de manera que nos ayuden a poner unas tarifas mucho más bajas", explica José Ramón Pagés, coordinador general de la fundación. 

El coste medio de una sesión de psicología oscila alrededor de los 60 euros dependiendo de la ciudad; el precio por sesión en ANAED es de 15 euros. Así, entre la rebaja hecha por los profesionales, los donativos y subvenciones y la cuantía que abonan los pacientes (30 euros de cuota al mes para gastos estructurales más los 15 euros por sesión), la fundación sigue manteniéndose. 

Además, el hecho de que ANAED cuente únicamente con una oficina de coordinación desde la que se dirigen las sedes del resto del país, hace que la fundación ahorre un beneficio, lo que, según Pagés, "se revierte siempre en los pacientes". "Nosotros lo que queremos es ayudar a la gente y conseguir que la depresión no se convierta en un problema. No nos interesa el dinero", añade. Por ahora, la fundación perdura sin otro tipo de ingresos, aunque, según su coordinador general, la intención es desarrollar en un futuro actividades que permitan incrementar las ganancias de la fundación para sus pacientes, tales como las campañas, captación de microdonaciones, actividades y un crowdfunding solidario. 

La reducción del coste de la que se benefician los pacientes es más que suficiente para que, desde su nacimiento, hayan acudido miles de personas que buscan una salida a una enfermedad que no saben cómo afrontar. Pero éste no es el único motivo por el que asistir a esta fundación. La mayoría de los voluntarios que trabajan en las oficina de ANAED y organizan las citas con psicólogos y demás son personas que sufrieron depresión y que quieren devolver el favor que la fundación les hizo en su día, como es el caso, por ejemplo, de su coordinador general. 

La fundación cuenta con un equipo multidisciplinar que se ocupa principalmente de tratar médicamente al paciente y de atenderle psicológicamente para descubrir el origen de su depresión. Pero no se queda ahí. ANAED cuida también todos los elementos que pueden incidir en el bienestar del paciente, como pueden ser sus hábitos alimenticios o su rutina deportiva además de mantener periódicamente entrevistas con la familia para saber cómo está reaccionando el enfermo a las terapias que reciben, ya sean psicológicas o psiquiátricas. 

Debido a que las necesidades de ambas sesiones son diferentes, la terapia psiquiátrica se realiza vía Skype, lo que además de reducir su coste incrementa su productividad. Por su parte, el tipo de terapia psicológica depende de cada profesional y sus métodos de trabajo. 

En Granada, Martín ve como algo fundamental la empatía con el paciente. "En mi caso intento adaptarme a las necesidades de los pacientes. Mostrarle que sé por lo que está pasando y que tenga conciencia de que tiene un problema", afirma. "Todos pasamos -prosigue- por etapas de tristeza o ansiedad en nuestras vidas. A veces somos capaces de controlarlos, pero cuando, en un periodo de entre uno y seis meses, nos encontramos estancados debido a estos sentimientos, tenemos un trastorno psicológico". 

Y es que el problema que llega a darse en ocasiones es que hay mucha gente que pasa por épocas de depresión y no son conscientes. Por ello, Martín afirma que es contra eso por lo que lucha la fundación; "queremos concienciar a las personas de que ésta es una enfermedad como cualquier otra, que hay recursos y que se puede salir". La depresión se ha convertido cada vez en un trastorno más frecuente y que necesita del apoyo tanto de la sociedad como de las administraciones para que la salud mental deje de ser la 'niña fea' de la salud en general.

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