sábado, 10 de octubre de 2015

"Hace falta comprensión y no rechazo" granadahoy.com

Hoy 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, en el que las asociaciones de pacientes y familiares reivindican más medios y atención para eliminar los estigmas sociales
S. VALLEJO GRANADA
Marisol Casas, presidenta de la Asociación de Bipolares de Granada, Granabip.
Casas, con dos trabajadores.

Una familia y un lugar donde ser uno mismo. Esto es lo que encuentran las personas que cada día acuden a la Asociación de Bipolares de Granada (Granabip), que precisamente hoy, Día Mundial de la Salud Mental, cumple siete años. "Es nuestra casa donde trabajamos por mejorar la calidad de vida de la gente con trastorno bipolar", explica la presidenta de la asociación, Marisol Casas, que todo el mundo conoce como Cuca y que defiende con pasión a las personas afectadas por este trastorno mental. "No hay nada como entrar y conocerlos. Si no lo ignoras y, lo que es peor, lo obvias", señala. 

Empezaron cuatro personas en la asociación y poco a poco han ido creciendo hasta llegar a los 350 que hoy conforman esta "gran familia" en torno a una enfermedad que se conoce como la "enfermedad del alma, de los sentimientos, porque es una enfermedad mental grave que no se puede diagnosticar por ninguna prueba médica". Solamente el psiquiatra, hablando con el paciente y viendo cómo se desenvuelve, saca el diagnóstico. 

Según la presidenta, una de las claves de esta enfermedad es la aceptación. "No es fácil porque cuando se toman la medicación y están bien es fácil que piensen que el médico está equivocado, que ellos no tienen nada", por lo que el reconocimiento de la enfermedad y la adherencia a la medicación son aspectos que se trabajan en la asociación. También en el entorno, porque, como en otras patologías, tener un entorno que acepte también la patología y ayude al enfermo en sus crisis o su día a día, es fundamental para que se normalice y alcance una buena calidad de vida. "Si una persona tiene un entorno adecuado la enfermedad es distinta", apostilla. Por eso en la asociación trabajan por aportar al paciente ese entorno de cariño y comprensión que en ocasiones les falta. "Hay gente que dice que nunca antes había dicho que tenía el trastorno hasta que vino aquí. Y en el trabajo menos, porque hay miedo al despido. Ya tenemos más de un caso así". También en las relaciones personales hay mucho temor por hablar de una enfermedad que puede provocar el rechazo de una pareja o amigos. "La enfermedad mental produce miedo y todo lo que produce miedo no se conoce y causa rechazo. Hay que luchar contra el estigma porque ha habido una mala prensa y se estigmatiza. No hacen daño a nadie", insiste en resaltar. Además rechaza que se use el término bipolar en tono despectivo en la sociedad de hoy en día. "La sociedad tiene que concienciarse de que 1 de cada 4 personas padece o padecerá un trastorno mental y que hay ya niños diagnosticados. La cosa es seria", recalca. Por eso, necesitan que "la sociedad entienda que es una enfermedad más. Que no son personas raras, sino una patología más de las muchas que hay. Nuestros chicos necesitan su medicación y son personas válidas y necesitamos comprensión y no rechazo". 

Una vez reconocida la enfermedad y asumido el tratamiento, el siguiente paso es trabajar con talleres para que la persona pueda controlar sus crisis. Y en el trastorno bipolar, que es una enfermedad en la que hay un fallo de funcionamiento de los neurotransmisores que altera los estados de ánimo, hay dos situaciones: el estado depresivo y el de manía. "En estado depresivo el mundo te come a ti y en el de manía, tú te comes al mundo", define Rafaela Perea, vocal de la junta directiva y, junto a Cuca, una de las socias fundadora de la asociación. 

"Es una enfermedad que si llevas la medicación correctamente puedes hacer una vida totalmente normal. Hay gente de todas las profesiones y dedicaciones. Y eso es lo que queremos lanzar a la sociedad, que no tenemos cuernos ni rabo, que son personas, lo único que hay es que conocer la enfermedad y saber llevarla. ¿Que se tienen crisis? claro, pero si conoces los síntomas cuando te notas algo extraño vas al médico y al psiquiatra, te compensa la medicación y tras unos días sigues tu vida normal. Pero para eso tienes que conocer la enfermedad, saber que la tienes y aceptarla", incide. 

Junto a ella, Rafaela, diagnosticada de trastorno bipolar, explica en primera persona los diferentes estados de ánimo que genera la enfermedad. Cuando sus neurotransmisores tienen una conexión lenta aparece el estado depresivo, una situación profunda y larga que impide que la persona pueda realizar una vida normal y tomar iniciativas. Cuando las conexiones van muy rápidas se llega al extremo contrario y aparecen las manías, que se caracteriza por presentar verborrea, aceleramiento del pensamiento... Es decir, momentos más elevados o menos de energía. "Cuando estás en depresión no puedes hacer nada, no te sientes capaz de hacer nada. Con la manía tienes la conducta contraria. Te comes el mundo", explica Perea, que aclara que con la medicación, estabilizadores del ánimo, se aporta la sustancia que les falta para compensar los neurotransmisores. 

En cuanto al diagnóstico, la enfermedad -con una alta carga genética- puede aparecer desencadenada por un momento extremo de alegría o tristeza. "Puede tocarte la lotería y de ese estado desencadenarse. Está latente y puede que no surja o que en un momento dado se desencadene y salte a la palestra. Y ya es para toda la vida".

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