Importantes empresas hortofrutícolas de Gualchos-Castell comienzan a sacar mercancías por el Levante La Costa no está comunicada por tren ni avión, de ahí la importancia de la carretera
ROSA FERNÁNDEZ
El potente sector agrícola de la Costa está de enhorabuena, pues esta semana se ha abierto en su totalidad la Autovía del Mediterráneo, a su paso por Granada. La inauguración del tramo Carchuna-Castell de Ferro no sólo supone que no habrá más kilómetros de curvas tortuosas y doble sentido de circulación, sino que también se incorporan a esta ventaja importantes empresas hortofrutícolas, que precisamente están situadas en el municipio de Gualchos-Castell de Ferro, el último en estar conectado por esta vía más rápida y segura.
Así, ya desde el pasado miércoles por la tarde los casi 500 millones de kilos, entre productos hortofrutícolas y subtropicales que produce la Costa de Granada al año, ya están circulando por la A-7. Desde luego, por la zona oriental, el tráfico de camiones es bastante significativo. Y es que la salida natural para esta mercancía es precisamente por el levante, para continuar por Perpignan, hacia Europa. Ahora ya los transportistas pueden hacer todo el trayecto a lo largo de la Autovía del Mediterráneo, que transcurre por todo el litoral del mar que le da nombre.
Para Fulgencio Torres, presidente de la cooperativa El Grupo, precisamente con sede en el municipio de Gualchos-Castell de Ferro, "la apertura de la A-7 estoy convencido de que nos va a relanzar, pues hemos observado en otros lugares que cuando mejoran las comunicaciones también lo hace la economía de la zona y creemos que aquí también va a ser así". En cuanto a la razón de que sea tan importante para estas empresas, Torres explica que "la única salida para nuestros productos es por carretera".
Efectivamente, la Costa no está comunicada por tren, ni por avión, de ahí que la A-7 sea crucial. Hubo un intento para que la salida de hortofrutícolas se hiciese por vía marítima desde Motril, pero las compañías se quejaban de que los viajes eran demasiado regulares en el tiempo y que sus necesidades pasaban por una mayor flexibilidad, ya que existen picos de producción. También el trayecto era largo, algo fundamental en el caso de perecederos, según argumentaban. En cuanto al ferrocarril, tampoco hay una solución para la salida de estas mercancías por Granada, ni tiene visos de que la haya de momento. Y por la Costa, parece aún ciencia ficción.
Así, la carretera ha sido siempre la única vía posible, el problema es que algunos transportistas (la mayor parte procede de Almería, donde comentan las firmas que están las mayores plataformas) "protestaban y maldecían cuando se les decía que tenían que desviarse unos kilómetros de la autovía", relata José Muñoz, presidente de Ecohal. En determinados casos, no querían ni siquiera venir, por lo menos a por una mercancía pequeña, y cobraban un plus por circular por aquellos tramos pésimos y peligrosos, donde perdían tanto tiempo.
Todas las fuentes consultadas, al echar la vista atrás (a un periodo de tiempo que no llega ni a una semana) coinciden en que el trayecto por la N-340 era un "suplicio". El director de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, Gustavo Ródenas, añade que, aunque "la casuística es muy variada y depende de los clientes y de las plataformas, la relación entre Almería y Granada en cuanto a producción es muy importante". Y es que incluso se completan cargas entre las empresas de la Costa granadina y de la provincia vecina. "Hay entre ellas una simbiosis destacable, sobre todo, desde el punto de vista de la logística del sector agroalimentario", explica el directivo.
De hecho, una práctica bastante común es el agrupamiento del cargamento en un mismo camión, conocido como "groupage". Así, en un pedido de una gran plataforma pueden figurar tomates o berenjenas, que se suele producir en grandes cantidades en Almería, mientras que la Costa de Granada es muy fuerte en pepino o tomate cherry, por lo que se retroalimentan.
El presidente de El Grupo añade que estar mejor conectados con la zona de Murcia, con una agricultura tan poderosa, también les beneficia, como lo es de encontrarse a 40 minutos de Granada o algo más de una hora de Jaén. Asimismo, están los importantes viajes de negocios, y encontrarse más cerca de los aeropuertos supone una mayor comodidad para sus directivos o clientes.
Muñoz asegura que "otras posibilidades llegan" de la mano de la A-7, como "llegar a tiempo" y concluye que "es el momento de felicitarse, porque por fin ha llegado una autovía cuya construcción parecía eterna".
En el mismo sentido se pronuncia Pedro García, presidente de Granada-La Palma, empresa que mueve más de 75 millones de kilos de productos hortofrutícolas al año y que exporta el 93% de este volumen: "tocaba ya, después de tantos años" y destaca "la rapidez que conlleva".
Ródenas comenta que "estábamos muy necesitados de esta infraestructura", y explica que esta mejora en las comunicaciones supondrá "mayor facilidad en la venta del producto, así como que los costes de distribución y de transporte sean menores". Sin embargo, avisa de que "el efecto no será inmediato". La palabra clave ahora es la competitividad. "Jugábamos en desventaja con respecto a otras zonas que tenían mejores comunicaciones y menos costes, pero lo único bueno de todo esto es que el hecho de competir en desigualdad de condiciones nos ha hecho agudizar el ingenio y ser mejores en factores como la tecnología o la búsqueda de nuevos productos", puntualiza.
Para los subtropicales, que se localizan más en la zona central de la comarca y, sobre todo, hacia la parte occidental, también supone una mejora, ya que sus alrededor de 80 millones de kilos de productos también salen por el levante español, según explica el presidente del Consejo Regulador de la Chirimoya, Antonio Sánchez. Tan sólo de chirimoya ya se producen unos 50 millones, a los que hay que añadir mangos, nísperos, aguacates... Según los datos de Cooperativas Agroalimentarias, las empresas agrícolas aportan entre el 10 y el 13% del PIB de la provincia, y muchas de ellas están ubicadas en el litoral granadino, por lo que este sector tiene el mayor peso para la comarca, en términos económicos, y por consiguiente en el empleo de la zona.
Por último, en Gualchos-Castell de Ferro están muy contentos por estar ya conectados por autovía, sin embargo, si tienen que ponerle un pero sería que la salida a este municipio no se hubiese centrado entre precisamente sus dos principales núcleos de población o acercado hacia el polígono donde se ubican las empresas más importantes, y creen que también habría dado mejor servicio a El Romeral (que forma parte también de Gualchos-Castell de Ferro) a Lújar o Los Carlos (que pertenece a este último).
Así, ya desde el pasado miércoles por la tarde los casi 500 millones de kilos, entre productos hortofrutícolas y subtropicales que produce la Costa de Granada al año, ya están circulando por la A-7. Desde luego, por la zona oriental, el tráfico de camiones es bastante significativo. Y es que la salida natural para esta mercancía es precisamente por el levante, para continuar por Perpignan, hacia Europa. Ahora ya los transportistas pueden hacer todo el trayecto a lo largo de la Autovía del Mediterráneo, que transcurre por todo el litoral del mar que le da nombre.
Para Fulgencio Torres, presidente de la cooperativa El Grupo, precisamente con sede en el municipio de Gualchos-Castell de Ferro, "la apertura de la A-7 estoy convencido de que nos va a relanzar, pues hemos observado en otros lugares que cuando mejoran las comunicaciones también lo hace la economía de la zona y creemos que aquí también va a ser así". En cuanto a la razón de que sea tan importante para estas empresas, Torres explica que "la única salida para nuestros productos es por carretera".
Efectivamente, la Costa no está comunicada por tren, ni por avión, de ahí que la A-7 sea crucial. Hubo un intento para que la salida de hortofrutícolas se hiciese por vía marítima desde Motril, pero las compañías se quejaban de que los viajes eran demasiado regulares en el tiempo y que sus necesidades pasaban por una mayor flexibilidad, ya que existen picos de producción. También el trayecto era largo, algo fundamental en el caso de perecederos, según argumentaban. En cuanto al ferrocarril, tampoco hay una solución para la salida de estas mercancías por Granada, ni tiene visos de que la haya de momento. Y por la Costa, parece aún ciencia ficción.
Así, la carretera ha sido siempre la única vía posible, el problema es que algunos transportistas (la mayor parte procede de Almería, donde comentan las firmas que están las mayores plataformas) "protestaban y maldecían cuando se les decía que tenían que desviarse unos kilómetros de la autovía", relata José Muñoz, presidente de Ecohal. En determinados casos, no querían ni siquiera venir, por lo menos a por una mercancía pequeña, y cobraban un plus por circular por aquellos tramos pésimos y peligrosos, donde perdían tanto tiempo.
Todas las fuentes consultadas, al echar la vista atrás (a un periodo de tiempo que no llega ni a una semana) coinciden en que el trayecto por la N-340 era un "suplicio". El director de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, Gustavo Ródenas, añade que, aunque "la casuística es muy variada y depende de los clientes y de las plataformas, la relación entre Almería y Granada en cuanto a producción es muy importante". Y es que incluso se completan cargas entre las empresas de la Costa granadina y de la provincia vecina. "Hay entre ellas una simbiosis destacable, sobre todo, desde el punto de vista de la logística del sector agroalimentario", explica el directivo.
De hecho, una práctica bastante común es el agrupamiento del cargamento en un mismo camión, conocido como "groupage". Así, en un pedido de una gran plataforma pueden figurar tomates o berenjenas, que se suele producir en grandes cantidades en Almería, mientras que la Costa de Granada es muy fuerte en pepino o tomate cherry, por lo que se retroalimentan.
El presidente de El Grupo añade que estar mejor conectados con la zona de Murcia, con una agricultura tan poderosa, también les beneficia, como lo es de encontrarse a 40 minutos de Granada o algo más de una hora de Jaén. Asimismo, están los importantes viajes de negocios, y encontrarse más cerca de los aeropuertos supone una mayor comodidad para sus directivos o clientes.
Muñoz asegura que "otras posibilidades llegan" de la mano de la A-7, como "llegar a tiempo" y concluye que "es el momento de felicitarse, porque por fin ha llegado una autovía cuya construcción parecía eterna".
En el mismo sentido se pronuncia Pedro García, presidente de Granada-La Palma, empresa que mueve más de 75 millones de kilos de productos hortofrutícolas al año y que exporta el 93% de este volumen: "tocaba ya, después de tantos años" y destaca "la rapidez que conlleva".
Ródenas comenta que "estábamos muy necesitados de esta infraestructura", y explica que esta mejora en las comunicaciones supondrá "mayor facilidad en la venta del producto, así como que los costes de distribución y de transporte sean menores". Sin embargo, avisa de que "el efecto no será inmediato". La palabra clave ahora es la competitividad. "Jugábamos en desventaja con respecto a otras zonas que tenían mejores comunicaciones y menos costes, pero lo único bueno de todo esto es que el hecho de competir en desigualdad de condiciones nos ha hecho agudizar el ingenio y ser mejores en factores como la tecnología o la búsqueda de nuevos productos", puntualiza.
Para los subtropicales, que se localizan más en la zona central de la comarca y, sobre todo, hacia la parte occidental, también supone una mejora, ya que sus alrededor de 80 millones de kilos de productos también salen por el levante español, según explica el presidente del Consejo Regulador de la Chirimoya, Antonio Sánchez. Tan sólo de chirimoya ya se producen unos 50 millones, a los que hay que añadir mangos, nísperos, aguacates... Según los datos de Cooperativas Agroalimentarias, las empresas agrícolas aportan entre el 10 y el 13% del PIB de la provincia, y muchas de ellas están ubicadas en el litoral granadino, por lo que este sector tiene el mayor peso para la comarca, en términos económicos, y por consiguiente en el empleo de la zona.
Por último, en Gualchos-Castell de Ferro están muy contentos por estar ya conectados por autovía, sin embargo, si tienen que ponerle un pero sería que la salida a este municipio no se hubiese centrado entre precisamente sus dos principales núcleos de población o acercado hacia el polígono donde se ubican las empresas más importantes, y creen que también habría dado mejor servicio a El Romeral (que forma parte también de Gualchos-Castell de Ferro) a Lújar o Los Carlos (que pertenece a este último).
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