domingo, 29 de noviembre de 2015

Hubble descubre “colonias” de estrellas más tempranas en la Vía Láctea lagranepoca

(Hubble site)
El telescopio espacial Hubble de la NASA llevó a cabo lo que denominó una “excavación arqueológica cósmica” en el “corazón” de la Vía Láctea.
Este corazón, como refiere la NASA, es el eje central de la Vía Láctea, el cual se encuentra lleno de estrellas. Los investigadores del Hubble han descubierto por primera vez una población de antiguas estrellas enanas blancas, restos humeantes de estrellas otrora radiantes, que habitaban el núcleo. El descubrimiento de estos restos por fin puede dar pistas sobre cómo fue construida nuestra galaxia, mucho antes de que la Tierra y el Sol se formaran.
Como con cualquier vestigio arqueológico, informa el sitio de Hubble, las enanas blancas contienen la historia de una época pasada. Comprenden información sobre las estrellas que existieron hace unos 12 billones años y luego se quemaron hasta formarse en las enanas blancas.
Un análisis de los datos de Hubble apoya la idea de que la protuberancia (la parte central) de la Vía Láctea se formó primero y que sus habitantes estelares nacieron muy rápidamente, en menos de unos 2 millones de años. La otra parte, el disco de expansión de estrellas, creció más lentamente en las afueras con estrellas de segunda y tercera generación, rodeando el abultamiento central como el ala de un sombrero gigante.
El sondeo de Hubble también encontró ligeramente más estrellas de baja masa en el bulbo, en comparación con aquellas en la población del disco de la galaxia. “Este resultado sugiere que el ambiente en el bulbo podría haber sido diferente en el disco, dando por resultado un diverso mecanismo de la formación estelar”, dijoAnnalisa Calamida del Space Telescope Science Institute (STScI) en Baltimore, Maryland.
Las observaciones fueron tan sensibles que los astrónomos utilizaron los datos de la débil luz de las enanas blancas. El equipo basa sus resultados en un análisis de las 70 enanas blancas más calientes detectables por el Hubble, en una pequeña región entre decenas de miles de estrellas.
Estas reliquias estelares son pequeñas y muy densas. Son del tamaño de la Tierra pero 200.000 veces más densas. Una cucharadita de enana blanca material pesaría cerca de 15 toneladas. Su pequeña estatura las hace tan débiles, que sería tan difícil como buscar la luz de una linterna de bolsillo situada en la luna. El equipo llevó a cabo esta tarea mediante el análisis de imágenes del Hubble de la misma esfera de 240.000 estrellas, tomado a 10 años de diferencia. El largo intervalo de tiempo permitió a los astrónomos hacer mediciones muy precisas del movimiento de las estrellas y escoger 70.000 estrellas del bulbo. Los habitantes estelares de esta región se mueven a un ritmo diferente que las estrellas en el disco, lo que permite a los astrónomos identificarlos.
La región estudiada por la NASA, es parte de Sagittarius Window Eclipsing Extrasolar Planet Search (SWEEPS) y está situada a 26.000 años luz de distancia. La ubicación inusualmente libre de polvo en el cielo, ofrece una vista de ojo de la cerradura en el bulbo del centro. La avanzada cámara de Hubble hizo estas observaciones en 2004 y 2011-2013.
¿Qué es la arqueología astronómica?
La arqueología astronómica es un término reciente que han acuñado los astrónomos. El Dr. Sebastián Sánchez del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) menciona que la Astronomía es similar a la Arqueología.
“Vemos fotogramas congelados de cómo eran las galaxias; mientras más lejos se encuentran, más tarda en llegar la luz. Entonces observamos lo que sucedió en el pasado, nunca lo que pasa en el momento. Los datos brindan la hipótesis de cómo eran hace miles de años”, señaló el científico.
“Queremos reconstruir la evolución de aquellas a partir de la información que se genera con nuestras observaciones”, agregó.
Las formaciones estelares son el resultado de un proceso evolutivo de miles de millones de años y su historia está codificada en diferentes componentes, menciona la UNAM. Los astrónomos se encargan de decodificarlos a través de los proyectos de investigación. Uno de tales esfuerzos es la citada investigación del Hubble, y otro es un gran proyecto internacional que involucra a 100 científicos de 17 países llamado CALIFA (Calar Alto Legacy Integral Field Spectroscopy Area Survey).

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