miércoles, 27 de enero de 2016

La capital tendrá en verano el primer plan antisísmico de toda la provincia granadahoy.com

Ningún municipio granadino dispone de un protocolo específico a pesar del alto riesgo En caso necesario, la Junta asumiría el mando y activaría el plan de acción andaluz
S. VALLEJO GRANADA
Un operario apuntala una escalera en Melilla tras el terremoto.

Granada tendrá en verano el primer plan oficial contra los terremotos de la provincia, un documento que recogerá todo el protocolo a seguir ante un gran movimiento sísmico en la zona y que será de los más ambiciosos del país. No en vano, llevan desde final de 2012 trabajando y esperan que para este verano esté ya concluida su redacción y desarrollo, para pasar a la fase de implantación y difusión. 

Un documento que deberían tener todos los municipios dado además el alto riesgo sísmico de Granada y de todo el Sureste peninsular pero que, por el contrario, no posee a día de hoy ningún municipio granadino, según confirmó el jefe del servicio de Protección Civil en Granada y director de 112, Manuel Navajas. Así, la capital será la primera en contar con este plan propio, que supone coordinar todos los efectivos de protección y además tener un análisis de las zonas de más riesgo y puntos negros ante posibles daños materiales en viviendas y patrimonio. 

Según Navajas, la Junta de Andalucía tiene desde hace unos años un Plan Sísmico con las actuaciones necesarias y estudios del terreno aportados por el Instituto Andaluz de Geofísica, además de información de las universidades y otros expertos. Un plan que está provincializado y que se activaría si, por ejemplo, el centro del terremoto se registra en Motril, Baza, Loja o cualquier otro punto de la provincia sin plan propio. Con todo, pese a contar con el plan autonómico, Navajas aseguró que los municipios "deberían" tener su propio plan, sobre todo zonas de mayor incidencia histórica como Alhama o la Vega. "Tienen los planes de emergencia municipales, que son obligatorios y sirven para cualquier eventualidad, pero no uno propio antisísmico", dijo Navajas. Así, ante su ausencia, la Junta asumiría el mando para distribuir recursos de la provincia o del resto de Andalucía, pero la ayuda de un plan municipal que analice el detalle y los riesgos de cada municipio y sus medios, es básica. Porque más de 40.000 edificios habitados de la provincia están en mal estado y sufriría daños, según un estudio de LDC. 

Y en eso está la capital, que contará con el primer plan de este tipo de la provincia. Según el jefe de Bomberos de Granada, Jesús Cabrera, el trabajo se inició en 2012 a raíz de una tesis doctoral que analizaba por barrios y distritos de Granada cómo afectaría un gran temblor a los edificios y definía los puntos negros. Estos son los ya conocidos, toda la zona Sur y Oeste de Granada, que afecta a la zona de Zaidín, Ronda, y la zona de la Vega, de especial fragilidad ante terremotos por el tipo de suelo. "Lo primero que hicimos fue una zonificación de la ciudad con el análisis por barrios y sectores de la ciudad viendo el estado de los edificios y su posible afectación ante un terremoto de gran intensidad", explicó ayer Cabrera. Así, según los datos de esta primera fase, que ya se han hecho públicos tras otros episodios sísmicos, ante un seísmo de magnitud 6,5 (el de hace dos días fue de 6,3) que produjera una intensidad máxima entre IX y X (el del lunes se sintió en Granada con una intensidad de IV), en torno a un 5 % de las edificaciones podrían verse destruidas, un 40% sufriría daños graves o muy graves, un 47% presentaría daños leves o moderados y un 8% resistiría sin daños. Además, implicaría actuar sobre unas 361.000 personas, que son las que se encuentran en la ciudad en un día cualquiera entre los que residen en la capital y los que trabajan en ella o la visitan. Personas a las que habría que dar una respuesta en caso de un gran terremoto. 

La segunda fase que se ha realizado del plan es el análisis de vulnerabilidad de las líneas vitales, es decir, el estudio "de las instalaciones de agua potable, saneamiento, electricidad, gas natural y comunicaciones". "Porque también hay que saber cómo reaccionarían ante un terremoto y cómo actuar en ellas", dijo Cabrera. Y es que un gran seísmo no sólo afecta a las viviendas sino también a toda la red de instalaciones. En esta fase se ha hecho un estudio detallado de toda la red de la capital, con planos de todas las compañías implicadas para saber la extensión de las instalaciones, ubicación, materiales y posible intervención. Incluso se ha visto si hay que reformar algunas para que se comporten mejor. En este caso, y atendiendo a su peligrosidad, se ha analizado por ejemplo el gas natural y se ha visto que el tipo de tuberías y su disposición en zig zag hacen que sean más elásticos y se comporten bien ante un gran terremoto. 

En la actualidad el servicio de Bomberos y Protección Civil de Granada está trabajando en la tercera fase del plan, que consiste en formar a técnicos, arquitectos y arquitectos técnicos para que, ante la llegada de un gran temblor, colaboren con el plan. "Se trata de crear una bolsa de técnicos a los que movilizar" ante un gran terremoto, en el que hace falta "realizar un triaje de los daños estructurales" para actuar según la gravedad. "La ciudad quedaría dividida en sectores y cada uno contaría con un número de técnicos para revisar los edificios y analizar si son habitables, reparables o requieren una evacuación", explicó Cabrera. En la actualidad tienen unos 30 técnicos ya en esa bolsa de emergencia. 

También en este momento están con la coordinación de todos los recursos que necesitarían de fuera, como bomberos y hasta la Unidad Militar de Emergencias (UME). Se ha analizado incluso el número de camas de los hospitales ante posibles heridos, las plazas de los hoteles por si hay que evacuar gente y hasta la capacidad del Instituto Anatómico Forense por si hubiera fallecidos. 

Toda la coordinación ante un siniestro estaría en un puesto de mando ubicado en el Parque Norte de Bomberos, donde estaría el alcalde, todo el gabinete de control, jefes de servicio y autoridades implicadas. También se haría allí la recepción de medios, de la UME, Cruz Roja, Protección Civil... Incluso se ha previsto un espacio como es el del ferial para realizar un campamento base si hiciera falta refugiar a ciudadanos que no puedan volver a sus casas. También se estudiaría la vulnerabilidad de edificios públicos como los deportivos, también posibles receptores de personas.


La última fase será la implantación y difusión del plan e incluso la realización de un simulacro para analizar la coordinación. "Nos ponemos de plazo para verano cerrar el documento, que después tendrá que pasar por la Junta Local de Protección Civil y hacerlo público", confirmó Cabrera.

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