jueves, 18 de febrero de 2016

Sólo cinco centros del SAS tienen unidades para combatir el ictus granadahoy.com

Un informe de la Cámara de Cuentas alerta de las carencias del sistema andaluz para tratar accidentes cerebrovasculares
CARLOS ROCHA SEVILLA
Aquilino Alonso, ayer con Ángel Salvatierra, hijo predilecto de Andalucía.

Una población de más de ocho millones de habitantes necesita dieciséis hospitales con unidades físicas específicamente destinadas a la atención del ictus, una trastorno que se ha convertido en la segunda causa de mortalidad en España. En diciembre de 2015, Andalucía, con 8.399.043 habitantes, cuenta con cinco centros con este equipamiento: el Virgen del Rocío y el Virgen Macarena, ambos en Sevilla; el Regional Universitario de Málaga, el Puerta del Mar de Cádiz y el Torrecárdenas de Almería. 

La Cámara de Cuentas de Andalucía indica en su informe de fiscalización del Plan Andaluz de Atención al Ictus -que analiza la respuesta del sistema de salud a este mal entre 2011 y 2014- que "la falta de desarrollo de una estructura en red (...) y un protocolo de derivaciones perjudica a los ciudadanos alejados de los grandes núcleos urbanos". 

El ictus es un trastorno brusco de flujo sanguíneo cerebral que provoca una gran mortalidad, pero también es "la primera causa de discapacidad en los países industrializados", por lo que necesita una respuesta rápida para evitar en la medida de lo posible la gravedad de las secuelas. 

Por eso el plan proponía la creación de una estructura en red configurada en tres niveles complementarios en función de la complejidad de tratamiento al paciente en la fase aguda del mal: equipos de ictus, unidades de ictus y unidades de referencia. El informe de la Cámara de Cuentas revela que no se ha implantado este sistema y reconoce que no existe un estudio para averiguar el coste que tendría su desarrollo. 

La teleasistencia podría ser un método para paliar la desigualdad geográfica, ya que posibilita la evaluación urgente por un neurólogo especialista, pero sólo los hospitales de San Juan de Dios (Sevilla) y Riotinto cuentan con el sistema denominado teleictus. Precisamente la existencia de este método de tratamiento es uno de los requisitos necesarios para considerar a un centro como equipo de ictus, el primer nivel de la mencionada red que propone el plan andaluz y donde se sitúan los propios hospitales cuando son cuestionados al respecto. 

En el tercer y más avanzado escalón -el de unidad de referencia- hay cuatro centros: el Virgen del Rocío y el Virgen Macarena de Sevilla, el Virgen de las Nieves de Granada y el Reina Sofía de Córdoba. Sin embargo, sólo este último cuenta con neurorradiología intervencionista las 24 horas todos los días del año. "Este hecho supone que el sistema andaluz no ofrece una respuesta eficaz y efectiva a esta patología fuera del horario habitual de mañana, ni en festivos y fines de semana", apunta el informe. 


En el lado positivo, el documento reconoce que el denominado código ictus, que es un procedimiento basado en "el reconocimiento precoz de los síntomas de un accidente cerebrovascular", funciona adecuadamente en todos los hospitales que analiza el informe de la Cámara de Cuentas. Sin embargo, en el caso de que el paciente no sea apto para el tratamiento fibrinolítico, se desactiva el código ictus y el registro de tiempos "deja de ser prioritario" a pesar de que la opción alternativa, el tratamiento endovascular, también necesita celeridad para ser efectivo. Además, en los hospitales que no cuentan con servicio de neurología, no existe protocolo de derivaciones específico en caso de fallo del tratamiento fibrinolítico.

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