viernes, 6 de mayo de 2016

Las cubiertas ajardinadas reducen un 60% el flujo de calor en los edificios saberuniversidad

Una investigación dirigida por Enriqueta Martín Consuegra que utiliza plantas mediterráneas para crear estos techos recoge que también ejercen de sumideros de dióxido de carbono y reducen el efecto de la escorrentía de las lluvias torrenciales.

Eriqueta Martín-Consuegra con el equipo de ingenieros que ha desarrollado el proyecto. / RAFAEL A. BUTELO

LOURDES CHAPARRO

Cada vez son más los estudios que se llevan a cabo sobre la utilidad y los beneficios de la instalación de los techos verdes, entre ellas la Universidad de Córdoba (UCO) a través de investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes y de la Escuela Politécnica Superior. Grupos de investigación de ambos centros han desarrollado el proyecto denominado Optimizando el potencial de techos verdes para la rehabilitación energética de edificios: interacción entre sustratos reciclados, propiedades hídricas y eficiencia energética, en el que se unen diversas líneas de estudio. Entre otras, el uso de materiales reciclados en la composición de los sustratos, el uso de plantas herbáceas mediterráneas aptas para techos verdes, la medición de la escorrentía y la medición de diversos parámetros para comprobar la eficiencia energética en edificios. El objetivo de este estudio es cuantificar el potencial de techos verdes para la rehabilitación energética de edificios en Andalucía. Sólo en el Campus de Rabanales han probado que con una instalación de este tipo en uno de los tejados y en pleno verano el flujo de calor que atraviesa la cubierta puede llegar a reducirse en más de un 60%. 

Según explica Enriqueta Martín-Consuegra, una de las responsables del estudio y del departamento de Ciencias y Recursos Agrícolas y Forestales de la Escuela de Agrónomos de la UCO, la finalidad de este proyecto es “múltiple”. Señala también los techos verdes aumentan la biodiversidad en las ciudades, ya que “las plantas son sumideros de CO2, reduciendo la presencia de este gas en la atmósfera, amortiguan el efecto isla de calor que presentan las ciudades, regulan la temperatura de los espacios situados debajo del techo verde, reduciendo la factura energética en climatización”. Otro de los beneficios que cita es el hecho de que “aminoran y amortiguan el efecto de la escorrentía en caso de lluvias torrenciales, son buenos aislantes acústicos y causan un bienestar social en el entorno donde se encuentran”.

Los autores han llevado a cabo la investigación en la azotea de uno de los edificios de la Colonia San José, localizada en el Campus de Rabanales. En ella, detalla la también profesora de la Universidad de Córdoba, se han instalado seis parcelas de techo verde extensivo con una profundidad de 10 centímetros de sustrato que presenta una gradación porcentual de áridos reciclados. Martín-Consuegra anota que en todas las parcelas se han plantado especies mediterráneas herbáceas perennes y se ha seguido el mismo patrón de plantación. “Las especies utilizadas son las propias de nuestro entorno, ya que son las mejor adaptadas a nuestra climatología, sobre todo a los calurosos y secos veranos que presenta la ciudad de Córdoba. Entre ellas se encuentran: hierba yesquera, orégano silvestre, nevadilla, pimpinela menor, clavel silvestre, hierba de campanario, uva de pájaro, lobularia o cuernecillo. La investigadora explica también que todas las parcelas cuentan con diferentes tipos de sensores de temperatura, humedad y calor, y en los espacios situados debajo de la azotea, despachos en este caso, también se han colocado diversos tipos de sensores. Además, para conocer la escorrentía recogida por lluvia, las seis parcelas cuentan con unas tuberías que recogen el agua de lluvia en depósitos donde ésta se cuantifica.

El proyecto se puso en marcha en enero del año pasado y, aunque todavía no ha concluido ya se pueden obtener algunos resultados. Martín-Consuegra destaca que, por ejemplo, en el caso de las plantas, se ha comprobado qué especies son más aptas para cada tipo de sustrato con árido reciclado, como es el caso del cuernecillo, la pimpinela o lobularia. “También hemos podido comprobar que, aún siendo plantadas en el peor verano durante muchos años, el de 2015, el porcentaje de supervivencia ha sido muy elevado”, subraya e informa de que “aún estamos tomando datos de cobertura para evaluar el comportamiento de cada especie después de un año, por lo que será crucial esta primera primavera”. No obstante, reconoce, que “ya se puede observar cuáles son las mejora candidatas para su cultivo en estas condiciones tan extremas”.

La investigadora avanza que con el estudio también se ha logrado identificar “el enorme potencial de las cubiertas verdes en la reducción de la demanda energética del edificio” y subraya que en el periodo de verano el flujo de calor que atraviesa la cubierta del edificio “puede reducirse en más de un 60%”, gracias a la instalación de estos techos verdes. A todos estos beneficios se suman otras mejoras energéticas derivadas del amortiguamiento térmico y el desfase horario que reducen significativamente la temperatura que soporta la cubierta, aumentando su vida útil y el confort de los ocupantes. 

La profesora también alude a la continuidad del proyecto y expone que, en el caso de las plantas, “se pueden ensayar otras especies diferentes”. Se trata de una opción que se puede repetir con los sustratos, “con los que se pueden ensayar composiciones y orígenes distintos”. Todo ello, continúa, “llevaría a la necesidad de establecer nuevas mediciones de temperatura, humedad, escorrentía y eficiencia energética”.



El estudio, único de estas características y que utiliza la planta mediterránea como vegetación del techo verde, se ha realizado a través de un proyecto de investigación financiado con fondos Feder para I+D+I gestionados por la Consejería de Fomento y Vivienda. Aunque el proyecto concluyó en octubre de 2015 con la elaboración de un informe y una guía de apoyo científico-técnico para la implantación de techos verdes en Andalucía, la investigación asociada a este ensayo continúa con la medición de diferentes parámetros. 

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