domingo, 11 de septiembre de 2016

Vino, seducción y pareja granadahoy.com

Por los antioxidantes. Un estudio científico de la Universidad de Florencia afirma que el vino tinto mejora el deseo sexual femenino
Relaja el sistema nervioso, calma la ansiedad y tiene un efecto desinhibidor.
Al vino se le asocian ciertas virtudes afrodisíacas.

DESDE tiempos inmemoriales el vino está relacionado con el buen vivir y los placeres de la vida, y en ese sentido intrínsecamente se lo asocia a las relaciones íntimas de pareja 

Para los hombres, en la cultura popular, el alcohol en general, y el vino en particular, era el método más efectivo para conseguir el "sí" de una mujer, pero ahora esos dichos populares sobre la relación que existe entre el consumo moderado de vino y la vida sexual han sido abordados y avalados por un estudio científico: la Universidad de Florencia ha presentado un estudio en elJournal of Sexual Medicine, en el que se afirma que el vino tinto mejora el deseo sexual femenino, ya que los antioxidantes que contiene producen un beneficioso efecto vasodilatador que permite un mayor aporte de sangre en áreas clave del cuerpo. La investigación la llevó adelante la Unidad de Urología del Hospital Santa María Annunziata, donde se estudió a una muestra de 798 mujeres italianas, de 18 a 50 años, sin problemas sexuales. Las dividieron en tres grupos: las que consumían regularmente entre una y dos copas de vino tinto al día; las que sólo bebían ocasionalmente; y por último las abstemias. Rellenaron un cuestionario donde respondieron a 19 preguntas (con una puntuación que iba de 2 a 36), asignando las puntuaciones más altas a una mejor vida sexual. El resultado arrojó que el primer grupo logró las calificaciones más elevadas con un promedio de 27,3 puntos, quedando de manifiesto ciertas claves en temas sobre el deseo. Al vino se le asocian ciertas virtudes afrodisíacas, ya que por un lado relaja el sistema nervioso, también calma la ansiedad, y tiene un efecto desinhibidor, a la vez que, en conjunto, permite encender la líbido. Lo cierto es que como agudiza los sentidos, potenciando aromas y sabores, y exacerbando las actividades sensoriales de vista, olfato, y gusto, esas mismas características bien se pueden llevar a otro plano. El proverbio latino In Vino Veritas (Plinio el Viejo) podría traducirse como "en el vino está la verdad". Se relaciona con la capacidad del vino para desinhibir, decir la verdad. 

"Donde no hay vino no hay amor". En la Antigua Grecia, el vino era considerado como un elixir afrodisíaco. Eurípides, en un rapto de sinceridad, lo hace público con esta cita. Desde tiempos milenarios siempre se ha relacionado el vino con el amor, con lo sensual, con lo erótico. Y esta pasión sigue latente hoy en día: continuamente vemos publicidad en la que se une alcohol con sexualidad o vídeos musicales e imágenes que nos incitan a beber con la persona amada. 

Sin duda alguna para mí, beber vino es un gran placer, como pocos en la vida, y por supuesto en cuestión de disfrutar de placeres, mejor en compañía. Beber alcohol es una actividad que, siendo moderada y acertada, puede traer grandes beneficios, tanto a la salud como a la calidad de vida en general, incluyendo la vida en pareja y otros muchos aspectos más. 

Y no lo digo yo: un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, ha concluido algo sorprendente en relación a los hábitos de consumo y la vida en el matrimonio. Según esta investigación, las parejas casadas que pasan los 50 años de edad y que tienen hábitos iguales de consumo de alcohol -ya sean partidarios de o abstemios- tienden a mostrar signos de felicidad más significativos en comparación a aquellas parejas con hábitos desiguales o desalineados. 

Un dato descubierto, que fue relevante para el estudio y muy importante, es que las esposas se mostraron más insatisfechas con su matrimonio cuando solo ellas tenían el hábito de consumo, mientras que el esposo no tomaba alcohol. "Las esposas que mostraron hábito de consumo de alcohol reportaron un decremento de calidad marital negativa a través del tiempo cuando sus esposos tenían el mismo hábito mientras que, por otro lado, reportaron un incremento de calidad marital negativa cuando ellos no mostraban signos de consumo" 

La doctora Kira Birditt fue la autora de este estudio que se aplicó a 2.767 parejas entre 2006 y 2016. Todos los participantes tuvieron entrevistas cara a cara con los investigadores y se sometieron a cuestionarios acerca de sus hábitos de consumo: si bebían o no, cuántos días a la semana y cuántas copas consumían los días que bebían. 

También, fueron sometidos a preguntas acerca de su matrimonio y la calidad del mismo teniendo que responder aspectos desde lo que pensaban de su pareja, si eran muy demandantes o críticas, si eran de fiar en tiempos difíciles o si pensaban que su pareja era irritante. Las parejas llevaban casadas un promedio de 33 años y, por lo menos, dos tercios de esta muestra eran parejas que vivían en su primer y único matrimonio. 


Decía el gran cantautor francés Georges Brassens que "el mejor vino no es necesariamente el más caro sino el que se comparte". Si a ello se añade el lugar hermoso que suele conformar un viñedo y una bodega, un buen restaurante o nuestro sillón preferido en casa con buena música y suave iluminación, la combinación es perfecta. Así que vive, bebe y ama. Y, recuerda que el vino sólo se disfruta consumido con moderación.

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