jueves, 5 de abril de 2018

Día Mundial de la Salud 2018: el ejemplo de la Hepatitis C elhuffingtonpost

FARMAMUNDI
En el calendario anual del mundo de la salud hay dos citas internacionales que tienen lugar en la primavera: el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, y la Asamblea Mundial de la Salud -o lo que es lo mismo, Asamblea de la OMS- que se desarrolla siempre en el mes de mayo.
Uno de los lemas y objetivos que pretende este año el Día Mundial de la Salud es el de la Cobertura Sanitaria Universal (con las etiquetas #HealthForAll y #saludparatodos): que todas las personas y comunidades reciban los servicios de salud que precisen sin sufrir por ello dificultades económicas.
Una idea de lo que representa esto nos lo puede dar lo sucedido en España con los tratamientos contra la hepatitis C. Esta es una enfermedad producida por el virus de la hepatitis C (VHC); una enfermedad silenciosa, sin síntomas, pero que avanza inexorable, y al cabo de los años -hasta veinte o treinta- se manifiesta en el hígado con fibrosis o carcinoma de ese órgano, lo que puede llevar a la muerte del paciente.
El tratamiento de esta enfermedad vivió una revolución a finales de 2013 con la llegada de un nuevo medicamento a base de sofosbuvir

Tratamientos inaccesibles

El tratamiento de esta enfermedad vivió una revolución a finales de 2013 con la llegada de un nuevo medicamento a base de sofosbuvir, comercializado por el laboratorio californiano Gilead bajo el nombre de Sovaldi(R); un fármaco con tasas de eficacia superiores al 95%, siendo además un tratamiento oral y por tanto fácil de administrar. Sin embargo, presentaba un inconveniente. Era extremadamente caro, 84.000 dólares en Estados Unidos (EEUU), para un tratamiento estándar de 12 semanas, 84 días. Es decir, 1.000 dolares diarios, y precios algo menores en Europa pero igualmente desorbitados, en torno a 50.000 euros.
Ante ello, las autoridades sanitarias españolas y de los países de nuestro entorno aplicaron medidas altamente restrictivas: retraso de la autorización de comercialización, disputa entre administraciones -caso de los enfermos presos- y restricción de su acceso a los enfermos, con medidas como la creación de Comisiones o entrega solo a los enfermos más graves.
Esta situación provocó en España y al menos en otros países europeos quejas de las personas enfermas que veían como este medicamento milagroso (cuyo impacto solo cabe comparar con lo que supuso la llegada de la penicilina en la curación de infecciones en los años 40 del pasado siglo) se retrasaba meses y tal vez años... mientras el avance de la enfermedad continuaba. Todo conducía a que los afectados tuviesen un estado de ansiedad terrible, pues debe recordarse que la hepatitis C es una enfermedad mortal.
La presión de los enfermos y familiares, con encierros en hospitales, manifestaciones, apoyo de múltiples colectivos y presión política ablandó la férrea posición de las autoridades sanitarias

La revolución de los pacientes

Finalmente la presión de los enfermos y familiares, con encierros en hospitales, manifestaciones, apoyo de múltiples colectivos y presión política ablandó la férrea posición de las autoridades sanitarias. Todo un activismo que recuerda a la presión ejercida por los enfermos de sida -sobre todo los del colectivo homosexual- en los años 80 y 90 en EEUU para acelerar la llegada de los fármacos antisida.
La demanda de los enfermos cuajó en el Plan Estratégico contra la Hepatitis Cde abril de 2015, que extendió con carácter general en España -con algunas islas como el de las personas recluidas en prisiones y los inmigrantes en situación alegal- estos tratamientos, siendo en la actualidad nuestro país un ejemplo para el mundo.
Farmamundi apoyó desde un principio el acceso universal a estos tratamientos -está en nuestros genes de ONG sanitaria- y ha materializado, en unión con la Plataforma Gallega de Afactados por la Hepatitis C, una de las más activas- la experiencia en un libro, Hepatitis C, la revolución de los pacientes, que se presentará en las Jornadas Europeas contra la hepatitis C que tendrán lugar en Madrid los próximos 19-20 de abril.
Aguardamos que el ejemplo de la lucha contra esta enfermedad pueda extenderse a otros países, en especial de los del mundo en desarrollo, y que la cobertura sanitaria universal alcanzada en España contra la hepatitis C se materialice en otras enfermedades. Siempre por la defensa del derecho a la salud.

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